sábado, 16 de agosto de 2014

INSEGURIDAD EN EL ESTADO DE MÉXICO

Tras las denuncias de secuestros en Valle de Bravo, el gobierno del Estado de México a cargo de Eruviel Ávila desplegó un operativo –hasta ahora más vistoso que efectivo– para, según él, “tomar el control de la seguridad en la región’’.

Si Ávila atendió la denuncia de los habitantes y visitantes de Valle de Bravo fue en buena medida porque se trata de uno de los municipios más importantes, en los que HABITAN o descansan políticos de la región, empresarios mexiquenses y del Distrito Federal y familias adineradas de la zona metropolitana del Valle de México.


Pero la misma problemática, y aún más grave, existe en el oriente del Estado de México, tomado, literalmente, por la delincuencia organizada.

Ecatepec, Netzahualcóyotl, Los Reyes La Paz, Chimalhuacán, Valle de Chalco, Chalco, Ixtapaluca, Tlalmanalco, Amecameca, Ozumba, son municipios en los que el pago de derecho de piso, las extorsiones, los secuestros, los asaltos en transporte público están a la orden de día, sin que haya alguna autoridad que pueda paliar la situación.

En las redes sociales son constantes las denuncias de asaltos a cualquier hora del día en la zona oriente, pero poco se denuncia debido a la mala imagen que las autoridades tienen entre la población.

Qué bueno que Eruviel Ávila volteó a Valle de Bravo, importante por su aportación económica en materia turística al estado, pero qué malo que sigue sin voltear los ojos al oriente, no esperando que lleguen los Reyes Magos, sino para atender una violencia que no tiene control.

Por lo pronto, y a unos días de su informe de gobierno, Eruviel Ávila desplegó ayer mil 187 elementos entre estatales y federales, así como 292 vehículos con el apoyo de dos helicópteros.

“Las fuerzas estatales y federales tenemos el control de la seguridad pública en la zona sur del Estado de México y en todo el territorio de nuestro estado”, afirmó el secretario general de gobierno José Manzur Quiroga.
Los municipios que abarcan esta operación son Tejupilco, Sultepec, Amatepec, Luvianos, Otzoloapan, San Cualpán, Tlatlaya, Temascaltepec, San Simón de Guerrero, Ixtapan del Oro, Zacazonapan, Ixtapan de la Sal y, por supuesto, Valle de Bravo.

El resto puede esperar.

Más críticas que reconocimientos ha recibido el expresidente Felipe Calderón Hinojosa por haberse atrevido a escribir un libro sobre su administración.

Calderón debió haber aprendido la lección en la figura de Carlos Salinas de Gortari, que tras la conclusión borrascosa de su administración, se dedicó a escribir libros para justificar sus decisiones y para dar pistas de los nombres sus presuntos enemigos y, por ende, enemigos, del país.

Calderón ha tenido a su favor a los medios de comunicación que le han buscado para ofrecerle espacios para publicitar su libro, cosa que no ocurrió con Salinas de Gortari por obvias razones.

Y aunque cauto en sus apreciaciones sobre la actual administración, siempre las declaraciones de un expresidente hacen “ruido’’ al gobierno en turno, porque se rompe una regla no escrita en el sistema político mexicano de que el mejor expresidente “es el que no opina’’.
Dicen que los que se QUEMAN con leche hasta el jocoque le soplan.

Y nomás para evitar otra escena como la que le costó la cabeza a Luis Alberto Villarreal, el nuevo coordinador de los diputados del PAN, José Isabel Trejo, decidió que la reunión plenaria de su bancada sea en el Distrito Federal.


Los senadores se irán a Valle de Bravo… ahora que hay seguridad en la zona.

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