CHIMALHUACÁN,
Méx.- .- Los primeros 15 días de enero se adquirirá el predio, el cual únicamente podrá tirar basura el ayuntamiento de la Paz.
En cinco hectáreas del ejido de Santa María Chimalhuacán se
construirá el nuevo relleno sanitario de este lugar, luego de que hace
más de un año se registraron explosiones en el Tlatel Xochitenco.
Los dos ayuntamientos mexiquenses se quedaron sin un lugar propio
para confinar su basura desde hace año y medio al ser clausurados sus
tiraderos por la Secretaría del Medio Ambiente estatal.
El alcalde de Chimalhuacán, Jesús Tolentino Román Bojórquez, explicó
que el proyecto se ha retrasado porque en primera instancia el gobierno
del Estado de México no aprobaba el plan y luego porque los ejidatarios
no habían regularizado la situación de las parcelas para vendérselas al
ayuntamiento.
El edil aclaró que la propiedad ya cambió de régimen ejidal a privado
para que se pueda llevar a cabo la construcción del relleno sanitario.
El gobierno local cuenta con 4.5 millones de pesos de los 18 que costará
la realización del sitio de disposición de residuos.
Román Bojórquez indicó que el relleno sanitario será edificado por el
gobierno mexiquense y será el ayuntamiento de Chimalhuacán el que lo
administre.
El programa establece que en la primera quincena de enero se comprará
el terreno al núcleo ejidal para que inmediatamente se inicie la
realización de la primera celda en media hectárea que tendría una vida
útil de dos años.
Se edificarán 10 celdas, por lo que el nuevo sitio de disposición
final de residuos funcionaría durante 20 años, precisó el munícipe.
Chimalhuacán erogara anualmente nueve millones de pesos para el manejo de las 500 toneladas de basura que se generan diariamente.
El 15 de junio del 2010 se registró una explosión provocada por gas
metano en el interior del tiradero municipal de Chimalhuacán que
ocasionó daños en por lo menos 400 viviendas de 16 calles, en dos
colonias.
La ola expansiva se extendió a más de un kilómetro y llegó a la zona
donde se construía el Circuito Exterior Mexiquense, que se conecta con
la autopista México-Puebla.
Recolectores de basura que trabajaban en el lugar afirmaron que se
abrieron grietas en el interior del tiradero, una de las cuales tuvo
entre seis y siete metros de profundidad, y dos metros de ancho.
Por el riesgo que representaba a la población la Secretaría del Medio
Ambiente mexiquense clausuró el tiradero y desde entonces el
ayuntamiento se quedó sin un lugar propio para depositar sus desechos.
Actualmente los desperdicios son trasladados al tiradero Neza III
donde funciona una zona de transferencia en la que se concentra la
basura de Chimalhuacán y de Nezahualcóyotl, que después lleva a un
relleno sanitario privado de Ixtapaluca una empresa particular.
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