
Hace unos días, bajo acusaciones similares, el Consejo
General nombró vocales distritales.
Pese a la existencia de una suspensión definitiva que lo
obliga a no ejercer como fedatario, el IEEM contrató los servicios de Mario
Alfredo Jaramillo Manzur –sobrino del exsecretario general de Gobierno, José
Manzur– como notario 190 para dar fe de la selección de consejeros por sorteo.
El ejercicio también fue certificado por los notarios 06,
Erik Benjamín Santín Becerril; 15, Evelyn Lechuga Gómez; 57, Rolando Ángel
Rivera Valdés; 82, Gabriel Marcelino Ezeta Moll, y 144, Armida Aracely Alonso
Madrigal.
Ricardo Moreno, representante de Morena, denunció “dados
cargados” en la integración de los órganos desconcentrados, pues al menos 50
vocales en 29 municipios son militantes de partidos políticos –fundamentalmente
del PRI–; mientras 47 finalistas a consejeros distritales también tienen
militancia.
“Es alarmante cómo el IEEM dilapida su capital político y
justifica la parcialidad”, señaló Moreno, tras advertir incluso el riesgo de
que ocurra el fenómeno de los “Juanitos”, de tal manera que los propietarios
designados renuncien para ceder su lugar a los suplentes con militancia.
Alfonso Bravo Álvarez Malo, representante del PAN, destacó
que en una revisión rápida, tan sólo en dos distritos, la mayoría de los
aspirantes a consejeros son militantes del PRI, como se desprende de las
páginas oficiales de ese partido y del Instituto Nacional Electoral (INE).
En los municipios, aseguró, 40 vocales militan en el PRI.
“Es una trampa para integrar órganos a modo. Tan sólo en dos
distritos: en el 29, se registraron nueve militantes del PRI; en el 16 fueron
10; esto no prueba que los ciudadanos quisieron participar, es claramente la
intención de un partido, con base en argumentos sofistas y legaloides, de
influir en los consejos con sus militantes, de llenar con sus militantes los
órganos electorales”, acusó.
Sin éxito –pues las designaciones fueron avaladas por
unanimidad–, el panista llamó al Consejo General a dar muestras de imparcialidad
y no convalidar una “elección de Estado”.
“En Día de Muertos matan el proceso electoral en puerta”,
sentenció.
El representante del PRI, César Sánchez Millán, justificó
que los militantes de partidos políticos no se encuentran impedidos por ley
para ser designados consejeros electorales, sino sólo los candidatos y
dirigentes; aseguró que los postulados para estas encomiendas son “gente
honorable”, por lo que descalificar “a priori” es un signo inminente de
derrota.
Javier Rivera, representante del PRD, convocó a sus
homólogos y al Consejo General a mejor estar atentos al funcionamiento de los
designados para que no se conviertan en el “club de los acomedidos”.
Pedro Zamudio, consejero presidente, aseguró que no basta el
padrón del INE para acreditar militancia, que la actuación de los vocales de
cualquier manera será verificada por consejeros, representantes de partidos y
por el Consejo General, y que todos estos funcionarios son sujetos de la Ley de
Responsabilidades de los Servidores Públicos para sancionar cualquier sesgo o
infracción al marco legal.
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