Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-En los últimos 32 años se
han registrado en México 52 mil 210 asesinatos de mujeres pero de estos no se
tiene certeza cuántos podrían ser feminicidio aunque en todos existen
características que muestran la brutalidad con la que son asesina a las
mujeres, revela un estudio de ONU Mujeres y el Instituto Nacional de las
Mujeres.
Dada la falta de registros certeros sobre el feminicidio en
el país, la investigación “La violencia feminicida en México aproximaciones y
tendencias 1985 y 2016”, intenta realizar un acercamiento a esta problemática a
partir de los certificados de defunciones de mujeres en los que se presume se
trató de un “homicidio”.
Con ello, el estudio también apoyado por la Secretaría de
Gobernación y el Colegio de México, retoma las características de estos decesos
para aproximarse a las razones de género que marcan el feminicidio.
De acuerdo con la investigación, a pesar de que el uso de
armas de fuego es la principal herramienta para asesinar a mujeres y hombres,
se observa que en ellas se ejercen medios más brutales: el ahorcamiento,
estrangulamiento, sofocación y objetos punzocortantes.
Por ejemplo, tan sólo en 2016 de las 21 mil 225 mujeres
asesinadas se registró que 17.2 por ciento de los crímenes se perpetraron
ahorcando a la víctima, otro 16.6 por ciento con un objeto cortante y 1.4 por
ciento con sustancias nocivas o fuego.
Las mujeres asesinadas con un arma de fuego representaron
48.4 por ciento, mientras los hombres un 67.4 por ciento. Estos datos permiten
mostrar la saña con la que son cometidos los asesinatos de la población
femenina, sostiene la investigación.
Otra característica de los asesinatos de mujeres es el lugar
donde se cometen: son ultimadas principalmente en la vía pública (en 2016
representó un 41 por ciento de los decesos), aunque existe un porcentaje amplio
que fue asesinada dentro de sus hogares (31 por ciento en 2016).
Cabe destacar que el restante (28 por ciento) se desconoce
dónde las asesinaron pues en los certificados se ignora el lugar en el que
ocurrió.
Otro problema que destaca el informe es en el número de
asesinatos de mujeres que derivaron de la violencia familiar. De 2011 a 2016 un
total de 9 por ciento de los asesinatos de mujeres se calificó como producto de
este tipo de violencia pero estos datos podrían ser mayores ya que esta
variable no se contestó en todos los certificados.
Estas características (lugar y modo) se acercan a las siete
razones de género establecidas en el Código Penal Federal para tipificar un
feminicidio: que la víctima presente signos de violencia sexual; le hayan
infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes; antecedentes de
violencia en al ámbito familiar laboral o escolar del asesino contra la
víctima; que haya existido una relación sentimental, afectiva o de confianza;
acoso, amenazas del asesino contra la víctima; y que la víctima haya sido
incomunicada y el cuerpo sea expuesto en un lugar público.
Asimismo desde 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación
en la sentencia por el feminicidio de Mariana Lima (ocurrido en 2010 en el
Estado de México) estableció que toda muerte violenta de una mujer debe
investigarse con perspectiva de género.
El informe retoma las cifras de feminicidio registradas por
el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi) pero incluso en esta
plataforma las cifras varían según la encuesta que se consulte.
Por ejemplo, el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública
y Sistema Penitenciario Estatales del Inegi contó sólo 125 “probables víctimas
de feminicidio” de 2013 a 2015. En tanto, en el mismo periodo el Censo Nacional
de Procuración de Justicia Estatal, de la misma dependencia, registró mil 404
víctimas de feminicidio.
“Esta ausencia de información refuerza la necesidad de
investigar todas las defunciones de mujeres por causas externas con un
protocolo con perspectiva de género, como lo establece la sentencia de la SCJN,
para poder afirmar o descartar que tales muertes fueron causadas por el hecho
de ser mujeres”, señala la investigación.
Las instituciones añaden que se deben seguir fortaleciendo
los sistemas de información que den cuenta de los casos de violencia contra las
mujeres, como lo indican las recomendaciones 12, 13, 17, 18 y 19 del Comité de
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) al Estado mexicano.
Según la investigación la tasa de defunciones femeninas con
presunción de homicidio en México es de 4.4 por cada 100 mil mujeres. Arriba de
esta tasa se encuentra Colima con una tasa de 16.3 y le siguen Guerrero (13.1),
Zacatecas (9.7), Chihuahua (8.8) y Morelos con 8.4 defunciones de mujeres.
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