Familiares de la madre de la menor conocida como “Calcetitas
rojas” exigieron justicia por el asesinato cometido hace más de nueves meses, y
el padre Solalinde denunció actos de intimidación en contra de la activista
Frida Guerrera, quien dio seguimiento al caso.
La pequeña bautizada como “Calcetitas rojas” fue golpeada
hasta la muerte y su cuerpo abandonado en Nezahualcóyotl, Estado de México, el
pasado 18 de marzo. Durante 9 meses, nadie identificó el cadáver y nadie fue
señalado por el crimen.
Hace unas semanas, la madre y el padrastro de la menor
fueron detenidos por el caso después de una intensa denuncia de activistas,
entre ellos Frida Guerrera.
Los familiares confirmaron la identidad de la menor: le
decían Lupita porque no estaba registrada. Sufría maltrato familiar y tenía 5
años el día en que fue brutalmente asesinada en el Estado de México.
“Es duro. Está siendo muy duro para mí. A pesar de que es mi
hermana, tienen que pagar ella y él”, dijo Luz María, tía de la menor, a
propósito de la captura de los padres.
La activista Frida Guerrera señaló que los presuntos
culpables del asesinato tienen que pagar. “Yo soy madre y no me gustaría que
eso le pasara a mis hijas”, señaló otra de la familiares.
El rosotro de Lupita. Foto: Especial
La menor pasaba hambre y soledad en sus días. Los padres se
dedicaban a robar y vender el botín en el metro Pantitlán, detallaron.
“La niña andaba de un lado a otro. Con una familia, con
otra. De repente era rescatada por su abuela. De repente quería rescatarla su
tía. La niña andaba siempre por muchos lados”, describió Frida.
Y agregó: “La mamá es un caso como muchos que hay en este
país. Es una chica que tiene problemas de adicciones, y lo que menos le
importaba, parecía, era la pequeña”.
En 2016, Lupita se acercó a una casa cercana de la vecindad
en la que habitaba. La cuidaron. La bañaron y capturaron en un video que fue
compartido durante la rueda de prensa en la Ciudad de México. En febrero del
2017 la menor dejó de ser visible.
“Todavía un día antes de que fuera encontrada. La mamá, la
misma madre de este sujeto (el presunto asesino) intentó ir al DIF. Para hacer
saber lo que estaba pasando”, contó Villalvazo.
El padre Alejandro Solalinde exigió a las autoridades que
den protección a Frida Guerrera, quien fue la persona que dio seguimiento y
visibilizó el caso de la pequeña.
El caso ha provocado una intensa condena social. Se trata de
un caso de abuso, pero también de un Estado ausente. Los activistas dicen que
el Gobierno del Edomex se vio obligado a intervenir no por mandato, no porque
le importara, sino por la fuerte presión social.
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“Calcetitas rojas”, la niña que murió 2 veces: por los
golpes, y por el abandono de su memoria
Los crímenes y desapariciones en contra de niñas y
adolescentes –entre los que se encuentra el caso de “Calcetitas rojas”– tienen
que ver con la falta de capacidad y de interés por parte de las autoridades
mexicanas, de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México
(Redim). Los mecanismos empleados por el Estado, dice la organización civil, no
responden “a los diversos escenarios en los que ocurren las desapariciones de
personas menores de 18 años”.
“Son diferentes formas de violencia a las que está expuesto
un niño en el país. Maltrato infantil, discriminación, a la falta de
oportunidades, las puertas cerradas de la educación. Todo lo que afecte en sus
proyectos de vida”, expuso a SinEmbargo en entrevista reciente Verónica
Morales, encargada del área de comunicación social del Redim, coalición de
organizaciones de la sociedad civil que ha impulsado a la construcción de una
legislación que considere a niños, niñas y adolescentes como una de las
principales víctimas de esta problemática.
“Algo que es muy preocupante es el deterioro, año con año,
de la situación en nuestro país en términos de institucionalidad, seguridad,
violencia, y la protección de niñas y niños. Es cada vez más alarmante”, señaló
Juan Martín Pérez García, también de la Redim.
El reporte “La invisibilidad de la desaparición de niñas,
niños y adolescentes en México”, elaborado por esta Red, reveló que de 2006 a
2014 desaparecieron 6 mil 725 niñas, niños y adolescentes de entre 0 y 17 años.
El Estado de México, donde fue localizado el cadáver de “Calcetitas rojas”, se
hallaba en la segunda plaza, con 562 desapariciones, sólo detrás de Tamaulipas,
entidad en la que se registraron mil 914 casos.
Las mujeres adolescentes entre los 15 y 17 años, dijo
Morales, son la población más afectada y los casos podrían, aun cuando las
autoridades no lo han dicho oficialmente, estar relacionados en temas que
tienen que ver con trata, explotación sexual, explotación laboral”.
El padre Solalinde lamentó, desde las instalaciones de
Cencos, que la entidad gobernada por Alfredo del Mazo Maza se esté
especializando en crímenes contra las niñas. “No hemos parado los feminicidios
en el Estado de México”, dijo.
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