miércoles, 2 de octubre de 2019

UN HAMPÓN REGENTEA LA SSEM; MARIBEL CERVANTES, CÓMPLICE

FB_IMG_1570058829478Por J. MARTÍN PONCE R.

TOLUCA, Méx.- Retirado de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), Cesáreo González Hernández, quien ostentó el indicativo “Jaguar” como jefe policiaco, dejó a familiares y amigos en puntos estratégicos dentro de la corporación, por lo cual, sigue moviendo los hilos de la corrupción, sin que el gobernador Alfredo del Mazo Maza, la titular de la dependencia Maribel Cervantes ni el subsecretario Sergio Hernando Chávez García tomen cartas en el asunto, lo que los hace cómplices.

Cabe señalar que al inicio del gobierno de Alfredo del Mazo, quien en campaña hizo el compromiso con los mexiquenses de mejorar la seguridad y combatir la violencia, la cual, a dos años de su administración no ha cumplido, ya que sólo le cambió el membrete a la corrupta Comisión Estatal de Seguridad por Secretaría de Seguridad del Estado de México y, ahí quedó todo. En su reciente segundo informe de gobierno presumió que violencia y delitos han disminuido.
Al inicio de su gobierno, Cesáreo González Hernández, “Jaguar”, fue nombrado encargado de la Dirección General de Seguridad Pública y Tránsito del Estado de México (DGSPyTEM), cargo en el cual estuvo casi siete meses y, es aquí donde inicia su herencia maldita, pues, en su lugar, quedó el comisario jefe Marco Antonio Balderas Díaz, uno de sus principales incondicionales, quien desde entonces es quien rinde cuentas, protege y encubre a la “Gran Familia” de Jaguar.
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González Hernández, Jaguar, negoció su retiro tras más de 30 años de servicio. En ese lapso se distinguió por ser un policía corrupto quien en base a la extorsión policiaca, rentas y policías voladores entre otros muchos actos de corrupción supo construir un reinado del mal, donde también consolidó a sus familiares y amigos en puestos claves, los cuales, hasta hoy, siguen vigentes y redituándole jugosas ganancias. Desde la calle, mueve los hilos del poder.
Ejemplo de ello, es Julio Alfredo Mendoza Suárez, con indicativo Lince, quien fue chofer-escolta de “Juaguar” y, quien desde ahí, lo hizo su títiere. Hoy en día, Mendoza Suárez se mantiene como chofer-escolta, pero ahora, del general Sergio Hernando Chávez García, subsecretario de la SSEM, quien ignora que está siendo monitoreado las 24 horas por “Lince”, quien es un auténtico incondicional de Jaguar, todos lo saben, menos el general.
Para nadie es secreto que Lince mantiene informados a los ocho coordinadores de las visitas sorpresivas que el general realiza en diferentes regiones, lo que permite a los mandos corruptos estar prevenidos para crear escenografías y engañar al general de que todo está en orden, limpio y sin corrupción. Cuando se retira el mando de las visitas a las coordinaciones, subdirecciones y regiones, vuelve el gran teatro de la corrupción. Todo esto genera una gran utilidad a Lince, quien realiza el papel de “traidor y soplón”. De todo esto es informado debidamente Jaguar.
Otro de los tentáculos dentro de la corporación que informan a Jaguar, es el comisario Juan Simón Bobadilla Elías, su cuñado, actual subdirector operativo Regional-Circuito Exterior Mexiquense quien fue designado en ese cargo el viernes 10 de agosto de 2018.
Bobadilla Elías es un policía de la vieja guardia en proceso de jubilación, pero, sigue “mamando” de la ubre policiaca mexiquense, según denuncias de su propio personal. Cuenta con alrededor de 300 elementos, muchos de los cuales andan “volando”, es decir, cobran por no trabajar, lo que permite al citado mando policiaco llenar sus bolsillos de dinero sucio a través de las Regiones XXXV-Paralelo I; XXXVI-Paralelo II y XXXVII-Paralelo III.
Para nadie es desconocido que el Circuito Exterior Mexiquense en sus 176 kilómetros de ida y vuelta que le toca cubrir a Bobadilla Elías representa un millonario negocio resultado de los frecuentes accidentes automovilísticos que se registran en esa carretera, donde Grùas Palomino, Castillo y San Pedro, de Ecatepec, los Reyes la Paz e Ixtapaluca, tienen la “concesión” para que sus empleados trabajen a sus anchas. Gracias a estas componendas el comisario Bobadilla Elías recibe personalmente su jugosa comisión.
Por vehículo pequeño ingresado a cualquier corralón de esas empresas, reciben dos mil pesos; por tráiler ingresado 5 mil pesos y si estos incluyen maniobras, la comisión sube de 30 a 35 mil pesos, lo que, genera una ganancia millonaria para Bobadilla Elías que ni el propio gobernador Alfredo del Mazo Maza, Maribel Cervantes ni el general Chávez, se imaginan lo que se mueve por abajo del agua.
Otro ejemplo de corrupción es el caso del comisario Óscar Ignacio Trejo González, sobrino de Jaguar, quien se desempeña como subdirector operativo Regional en Ecatepec desde el 20 de mayo de 2019, donde recibe fuertes “cañonazos” de dinero a través de los policías voladores de grupos tácticos.
En otros tiempos Trejo González fue chofer-escolta de su tío Cesáreo González Hernández, quien incluso lo envió a Tlalnepantla como encargado de la Comisaría de Seguridad Pública municipal durante el gobierno de la priísta Dennise Ugalde Alegría, donde por cierto no dio el ancho y renunció tras algunos meses.
Otro caso de corrupción que llama la atención es el de Julio César González Bobadilla, hijo de Jaguar quien actualmente ostenta el cargo de subdirector operativo Regional en Ixtapan. En mayo de 2016 Jaguar impuso a su cachorro como jefe de la Región XXI-Ixtlahuaca. Cabe destacar que González Bobadilla no realizó ningún curso básico, ingresó a la corporación gracias a la palanca de su padre y, de inmediato, le dieron cargo.
El 2 de enero de 2018 Jaguar designó a su hijo Julio César González Bobadilla como subdirector operativo Regional en Volcanes o Chalco, como también se le conoce. Más tarde dicho individuo a quien se le conoce como El Cacarizo fue removido al Valle Cuautitlán con el mismo cargo, asimismo éste gracias a la corrupción ha ido brincando de cargo en cargo.
Así fue como llegó el 20 de mayo de 2019 a la subdirección operativa Regional Oriente con sede en Nezahualcóyotl, donde, pese a ser un policía “potro” ha sabido mantenerse estirando la mano.
Para muestra basta un botón. La tarde del jueves 27 de junio, durante la gira de trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Alfredo del Mazo por el municipio de Nezahualcóyotl ocurrió un bochornoso espectáculo donde el citado “Cacarizo” dio la nota: Gritó y humilló a Roberto Hurtado Briseño, jefe de Servicios del segundo agrupamiento por no entregar éste cierta cantidad establecida venida de los policías voladores. Alrededor de 30 elementos fueron testigos de este acto de corrupción.
Por otra parte también se conoció que El Cacarizo no se hallaba a gusto en esa región del Estado de México, motivo por el cual, su padre, Jaguar movió sus influencias y logró que el junior fuera cambiado el pasado 2 de julio a la subdirección Ixtapan, donde, para variar se encuentra de coordinador otro incondicional de Jaguar: Iván Alcántara Luna, quien en otros tiempos también fue escolta-chofer del multicitado Cesáreo González Hernández.
De todas estas páginas de corrupción en la Secretaria de Seguridad del Estado de México (SSEM), queda claro que al interior de la misma existe una familia de mandos, cuyo poder emana de la herencia maldita de Jaguar, quien sigue repartiendo cargos entre sus familiares, amigos e incondicionales, los cuales siguen generando dinero sucio en agrupamientos, regiones, subdirecciones y coordinaciones, donde el «carácter» tibio y corrupto del gobernador Alfredo del Mazo se hace presente.

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