• El otrora poderoso Iván Jacobo Martínez Gutiérrez, personaje de oscura trayectoria, deja un legado de corrupción
•Ante el arribo en los próximos días de un nuevo Fiscal General, prefirió correr antes de ser llamado a cuentas
Por Martin Ponce R.
20:30 hrs.
TOLUCA, Edoméx. 8 de marzo del 2022.- El maestro Iván Jacobo Martínez Gutiérrez, quien es señalado por sus detractores de ser pieza clave de la grave descomposición en que se encuentra actualmente la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), finalmente renunció a la institución donde, pese al hermetismo que se guarda en torno a este caso, se pudo conocer que el alto jefe policiaco corrió como aquellos ladrones y salteadores que emprenden la huida después de cometer sus fechorías.
Martínez Gutiérrez quien a partir del 1 de mayo de 2021 fuera designado jefe de la temible Agencia de Investigación Criminal (AIC), cargo que se mantenía acefalo tras el inesperado fallecimiento del maestro Guadalupe Alfredo Becerril Almazan ocurrido en febrero de ese mismo año, mantenía un poder absoluto en la institución.
El citado maestro Iván coordinaba a través de su área de competencia lo mismo agentes del ministerio público como peritos y la propia coordinación general de la Policía de Investigación, de la cual fue jefe en fecha 1 de diciembre de 2016 hasta que agarró más poder tras ser designado titular de la AIC, cargo al que ya renunció.
Fuentes de la FGJEM revelaron que tras el arribo en los próximos días de un nuevo fiscal general, el «maestro» Iván prefirió correr antes de ser llamado a cuentas y, por ello, ayer se dió tiempo para vaciar su lujosa oficina en Lerma y despedirse de sus más cercanos colaboradores, sin levantar aspavientos, sin hacer mucho ruido.
Hace algunas semanas, a propósito de la presunta «renuncia» del ahora ex fiscal general Alejandro Jaime Gómez Sánchez, quien en realidad no renunció sino fue corrido de la dependencia, este reportero adelantó que se avecinaba una desbandada de altos mandos de la citada Agencia de Investigación Criminal y de la Policía de Investigación del Estado de México, información que una vez más se confirma con la renuncia del controvertido maestro Iván.
(https://www.facebook.com/101163264572296/posts/680977096590907/).
Para nadie es secreto en la FGJEM que el alto jefe policiaco deja a su paso por esa institución una historia turbia, salpicada de corrupción, sangre y muerte que en palabras de muchos agentes que estuvieron bajo sus órdenes, sirvió para que el jefe «se enriqueciera de manera insultante».
El maestro Iván permitió que altos mandos de la PDI, como su brazo derecho Bertin Gutiérrez Gutiérrez y Carlos Venta Betancourt, ambos director y subdirector de Despliegue Regional, mantuvieran el control en la entidad mexiquense de huachicoleros y narcomenudistas, a quienes mantenían a renta.
De acuerdo a fuentes de la misma dependencia, se sabe que el comandante Bertín Gutiérrez, «El Caballito», quien en otros tiempos fuera chofer del «maestro» Iván, fue señalado con índice de fuego por el huachicolero David Vargas Rivera, «El Ocra», de recibir millonarios cañonazos de dinero sucio a cambio de brindarle protección.
«El Ocra», delincuente especializado en el robo de hidrocarburo, narcomenudeo y homicidios, quien era uno de los principales objetivos de la FGJEM, fue detenido finalmente por la Fiscalía Regional de Tecámac en junio de 2020 cuando pretendía ‘negociar» su libertad en Pachuca con el fiscal Eloy Peralta Mora, a quien El Ocra indicó que el comandante Bertín le brindaba protección a cambio de recibir fuertes cantidades de dinero.
Se sabe que Peralta Mora le respondió a dicho delincuente «no tener conocimiento», por lo que «El Ocra» fue detenido y actualmente éste se encuentra preso en el penal de Zumpango. En torno a este caso se guardó silencio, pero…
Éste y otros casos parecidos dejan mal parado al maestro Iván, quien a través de los comandantes Regionales Israel Sotelo Corona, César Corona Martínez, Miguel Ángel Velásquez Arredondo y Félix Noriega Razo, entre otros, construyó un imperio de corrupción en la FGJEM donde esos mandos policiacos todo mantenían a «renta», principalmente a la delincuencia organizada.
AFLORA MUGRERO
La noche del 22 de mayo de 2018 una noticia cimbró la estructura mafiosa construida por el maestro Iván: Uno de sus principales allegados, el comandante Regional, Israel Sotelo Corona, había sido tiroteado y muerto cuando conducía su patrulla y se disponía a salir del estacionamiento de la Fiscalía Regional de Cuautitlán Izcalli.
De inmediato la FGJEM elogió el celo del policía caído quien según tenía más 15 años de laborar en la institución, pero no se dijo nada en torno a su negra trayectoria. Sotelo Corona había fungido de comandante Regional en Tlalnepantla, y durante su estancia en ese cargo comenzaron a surgir casos de mujeres levantadas y violadas por presuntos agentes de la ley.
El escándalo fue mayúsculo cuando varias de las víctimas identificaron a sus agresores, quienes resultaron ser madrinas de la Policía de Investigación y hermanos del comandante Regional Sotelo Corona, quien para encubrirlo el maestro Iván lo removió a Cuautitlán Izcalli hasta que fue ejecutado aquella noche de mayo.
Tras la ejecución de Sotelo Corona, la misma FGJEM adelantó a través de un comunicado «que una de las líneas de investigación de este homicidio se refiere al aseguramiento de narcóticos en la zona de Cuautitlán Izcalli y a la detención de probables partícipes de delitos contra la salud en los últimos meses», sin embargo pronto comenzó a surgir el trasfondo de esa ejecución.
Semanas previas a la muerte del comandante Regional Sotelo Corona, éste había encabezado un operativo en Cuautitlán, en el cual se detuvo a un mañoso, junto con su esposa, a quienes Sotelo Corona les sembró marihuana y los humilló, pero lo peor ocurrió cuando según el jefe policiaco robó un rifle de asalto de los conocidos como «cuerno de chivo», con incrustaciones de oro, así como dos millones de pesos que el delincuente ocultaba dentro de una figura de la Santa Muerte.
Según quienes conocieron del asunto esa fue la causa de que el alto jefe policiaco Sotelo Corona fuera ejecutado. Esa negra historia y otras peores son ampliamente conocidas en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, sólo que en su momento quien fuera titular de esa dependencia, Alejandro Jaime Gómez Sánchez y el maestro Iván Jacobo Martínez Gutierrez, pretendieron ocultar esa mugre, pero está comprobado que el sol no se puede tapar con un dedo.
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