Por. Raymundo Medellín.
Bueno, el estado de Sinaloa ni siquiera tiene al “Chapulín Colorado” para pedirle ayuda, esto después de escuchar las palabras del general Francisco Jesús Leana Ojeda, comandante de la tercera Región Militar en Sinaloa, quien muy quitado de la pena dijo: “[Que pare la violencia] no depende de nosotros, depende de los grupos antagónicos que dejen de hacer confrontación entre ellos y que estén dejando a la sociedad en paz”.
Las palabras anteriores dan cuenta plena de los “buenos”, entre comillas, resultados del Ejército Mexicano, para salvaguardar a los mexicanos de la delincuencia organizada.
El prestigio del Ejército está por los suelos, ya que se les permitió tomar la calle, pero para desempeñarse como albañiles en obras que el gobierno realiza, pero no para coadyubar en la seguridad de los mexicanos.
Para el todavía presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se trata de sensacionalismo de los medios, esto claro luego de 32 muertos en Sinaloa, por lo mismo el mandatario hizo un llamado a los medios de comunicación, para que no contribuyan a un ambiente de temor a través dijo, del sensacionalismo y amarillismo.
Seguramente también es amarillismo y sensacionalismo la denuncia pública que hicieron, el pasado día 15 de septiembre, trabajadores del Hospital IMSS Bienestar Villa Unión, donde dan cuenta de que en la madrugada de ese día arribaron al servicio de urgencias, un grupo armado de delincuentes, con personas heridas de arma de fuego, por lo que médicos y enfermeras fueron sometidos con violencia física y verbal, a esos delincuentes en ningún momento se les negó la atención médica, pero recibieron la amenaza, médicos y enfermeras de: “Si mueren ellos ustedes también morirán”, asimismo sometieron a médicos y enfermeros para que llevar a los heridos en una ambulancia, a otra unidad hospitalaria ubicada en la ciudad de Mazatlán, ya que en el hospital de Villa Unión no contaban con el equipo para la resolución que requerían los lesionados.
Por lo anterior, en la misiva que hizo pública el personal de Hospital Villa Unión, pidieron a las autoridades y concretamente al gobierno, seguridad para desempeñar sus actividades, e hicieron saber que, de no contar con la seguridad requerida, se retiraran para salvaguardar su integridad personal.
Eso de ninguna manera es amarillismo, se trata de información que debe hacerse pública, para que los mexicanos estén enterados, de que el régimen ha resultado incompetente, para dar seguridad a sus gobernados en sus personas y en sus bienes.
Dice el presidente que están atentos a lo que sucede en Sinaloa, pero no solamente es estar atentos, es meter en cintura a esos delincuentes que se han apoderado de México con la complacencia del gobierno, la capacidad la tienen, comprobado esta que el Ejército tiene un gran servicio de inteligencia, pero falta voluntad política para dar paz y tranquilidad a los sinaloenses y concretamente, también a todos los mexicanos.
Al menos seis estados de México suspendieron los festejos patrios de septiembre, debido a preocupaciones por la seguridad, particularmente en regiones afectadas por la violencia.
En Sinaloa, que ha enfrentado una ola de violencia entre grupos del narcotráfico en los últimos días, se cancelaron las celebraciones en los municipios de Ahome, San Ignacio, Concordia, Cosalá, Elota y la capital, Culiacán.
En el vecino estado de Durango, los municipios de San Dimas y Tamazula también decidieron suspender las festividades patrias, como medida preventiva, dada su cercanía con Sinaloa y los riesgos asociados.
Si bien para el gobierno los comunicadores, al dar este tipo de noticias hacen amarillismo, el gobierno hace apología de la impunidad.
Sin duda, este gobierno deja en manos del crimen organizado gran parte del país.
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