La Fundación para la Libertad
de Expresión lamenta que de siete ataques en contra periodistas y medios de
comunicación ocurridos entre el 2 y el 13 de mayo, en dos de ellos estuvieran
involucrados servidores públicos o personal subordinado a políticos, mientras
que en otro se presume la acción de un alcalde.
En otros tres casos hubo
ataques en contra de medios de comunicación y en el más reciente ocurrido ayer,
fue encontrado asesinado el periodista René Orta Salgado, presuntamente ex
reportero de El Sol de Cuernavaca, quien a partir de diciembre pasado se habría
incorporado a actividades de proselitismo a favor de Enrique Peña Nieto, a
través de una organización civil.
Para nadie en México es
saludable que crezcan las acciones de carácter autoritario como son las de
acallar la libertad de expresión y restringir el derecho a la información de los
mexicanos, por lo que la Fundación para la Libertad de Expresión reitera el
llamado a los congresos locales para aprobar las reformas constitucionales al
Artículo 73, que federaliza la persecución de los delitos cometidos contra
periodistas, personas e instalaciones de los medios de comunicación, así como la
del Artículo 71 que da paso a la Ley para la Protección de Personas Defensoras
de Derechos Humanos y Periodistas.
La Fundalex considera
lamentable que sujetos cercanos o dependientes de quienes debieran estar
comprometidos con la promoción, difusión, protección y defensa del ejercicio del
derecho de la libertad de expresión y el derecho a la información hacia toda la
sociedad, estén involucrados en los ataques.
El caso más significativo
ocurrió el pasado 10 de mayo, cuando Gerardo Ponce de León Moreno, director del
portal Marquesina Política y autor de la columna Marquesina Política que firma
bajo el seudónimo de Dr. Shivago, fue agredido en su oficina por dos personas,
con un tubo en la cara.
Los agresores le advirtieron
que debía salir del Estado, amenazándolo con hacerle daño a su familia si no
obedecía las órdenes que le daban. Al momento de golpearlo, le dijeron que iban
de parte de “Los Zetas”, pero el periodista descartó que el ataque fuera
ordenado por un cártel del narcotráfico, como le dijo uno de sus
agresores.
El pasado 16 de diciembre,
Gerardo Ponce de León, denunció que por sus escritos, estaba siendo presionado
por autoridades del ayuntamiento de Hermosillo, encabezadas por el alcalde,
Javier Gándara Magaña, ya que en su columna “expone con regular frecuencia
crónicas de presuntos actos de corrupción y tráfico de influencias”.
En esa fecha, Ponce de León
acudió ante el agente del Ministerio Público de la Federación para responder a
denuncia en su contra interpuesta por el alcalde quien alegaba daños al honor.
"Si bien no tengo pruebas de que el señor Gándara Magaña pudiera pensar hacerme
daño en lo físico, no está demás manifestarlo para que quede asentado",
puntualizó en esa ocasión al diario Milenio, afirma la nota de su portal donde
se dio a conocer el atentado del 10 de mayo.
El 2 de mayo, el fotorreportero
de El Diario de Colima, Sergio Uribe Alvarado fue agredido y detenido por
agentes de la Policía Estatal Preventiva, que se molestaron porque tomó
fotografías de un operativo policiaco. Le exigieron entregarles la cámara y
borrar las imágenes que había tomado del suceso.
El gobernador Mario Anguiano
Moreno, justificó la acción al decir que el fotorreportero se encontraba con
primer grado de alcoholemia y no dejaba trabajar a los policías.
El 6 de mayo, la reportera del
diario La Jornada, Karina Avilés, recibió maltrato de una integrante del equipo
de prensa de Josefina Vázquez Mota, momentos después del debate entre candidatos
presidenciales, según reportó el diario. “Vete con gente de Peña Nieto, ellos si
tratan bien a los reporteros; si no, pregúntales por el maletín de 300 mil pesos
que se llevan en cada gira”, le dijo la trabajadora de Vázquez Mota.
El 7 de mayo un grupo disparó
contra instalaciones del diario Hora Cero de Reynosa, Tamaulipas. Minutos antes
a la redacción llegó el aviso de los pistoleros de que iban destruir el edificio
de dos niveles y daban diez minutos a los empleados para retirarse. La editorial
Demar, propietaria del edificio, edita las publicaciones Hora Cero, Conexión,
Clase y la versión para Tamaulipas de la revista Contralínea.
El 10 de mayo, a plena luz del
día fueron asaltadas las oficinas de Megaradio Guadalajara. Tres sujetos armados
encañonaron al personal de vigilancia y administrativo y se llevaron la nómina
de la empresa.
La noche del 11 de mayo se
suscitó un ataque de cinco minutos contra las oficinas del diario El Mañana de
Nuevo Laredo sin que hubiera heridos, pero varios vehículos fueron alcanzados
por las balas en el exterior. En su página web, el medio de comunicación informó
que no tenían confirmado que haya sido un ataque directo a las instalaciones de
este periódico.
Este medio anunció ayer que se
autocensura respecto de temas ligados con la violencia: "Este periódico apelando
a la comprensión de la opinión pública se abstendrá, por el tiempo necesario, de
publicar cualquier información que se derive de las disputas violentas que sufre
nuestra ciudad y otras regiones del país".
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