viernes, 13 de julio de 2012

AMLO, UN MAL PERDEDOR:PEDRO JOAQUÍN COLDWELL



•     Una vez más descalifica a las instituciones electorales y desconoce los millones de votosque los mexicanos emitieron en democracia, señaló el presidente del CEN delPRI.

•     Al descalificar laelección, López Obrador pasa por alto la reforma del 2007-2008 aprobada por supropio partido que dio equidad al sistema electoral mexicano


•     El PRI acudirá alTribunal Electoral Federal no sólo a defender el triunfo sino también el votode los más de 50 millones de mexicanos que sufragaron el 1º  de julio.


Una vez más, Andrés Manuel LópezObrador  descalifica ante los medios decomunicación, a las instituciones electorales y desconoce los millones de votosque los mexicanos emitieron en democracia, señaló el presidente nacional delPartido Revolucionario Institucional (PRI), Pedro Joaquín Coldwell, al leer, enconferencia de prensa,   una declaracióndel CEN del PRI.

Desconoce también su palabra firmada en unpacto de civilidad suscrito dos días antes de la jornada comicial, y lo hizocuando ya  había transcurrido buena partedel proceso electoral que luego del 1º de julio, cuando conoció su derrota, lepareció irregular.

Al descalificar la elección, pasa por altola reforma electoral de 2007-2008 impulsada por los legisladores de su propiopartido y otras fuerzas políticas, que le dio mayor equidad al sistemaelectoral mexicano, sometiendo a los medios electrónicos a una estrictaregulación en materia de propaganda político electoral.

Pasa por alto el monitoreo que el IFE siguiócon el concurso y colaboración de la UNAM, respecto a la cobertura informativade los candidatos en radio y televisión, para que sean proyectados de maneraequitativa.

Pasa por alto que los consejeros del IFEfueron electos de manera unánime, por todas las bancadas representadas en laCámara de Diputados.

Pasa por alto que ésta fue la elección másequitativa de la historia, y también la más vigilada. Millones de ciudadanos ycientos de observadores internacionales, la custodiaron, y la OEA declaró queMéxico tenía la institución electoral más robusta de toda América Latina.

Pasa por alto que en la campaña, él mismo seufanó de que había logrado, como así fue, que tenia representantes  en casi la totalidad de las casillas.

Pasa por alto que por primera vez en lahistoria del país, se recontó voto por voto el 54.7 por ciento de las casillas,sin que se modificara la tendencia electoral.

Ha descalificado incluso este recuentorealizado ante la presencia de cientos de funcionarios electorales, yrepresentantes de los partidos políticos que conforman las Consejos Distritalesdel IFE.

Lanza acusaciones sin fundamento, ofendiendola dignidad de millones de mexicanos que ejercieron sus derechos políticos condignidad y en libertad, a quienes descalifica con la supuesta venta de su voto.

Lo que no reconoce el candidato perdedor, esque fue un candidato menos competitivo que hace 6 años:

Entonces gano en 16 estados del país, ahorasolo pudo triunfar en 8.

En 2006 ganó en 3 circunscripciones, ahorasólo en 1.

En 2006, fue el puntero durante gran partede la campaña y acabó perdiendo por una diferencia de 233 mil votos.

En 2012, jamás consiguió ser puntero yterminó debajo del ganador por 3 millones 329 mil 785 votos.

En 2006, quedo en tercer lugar en 10entidades de la República. En esta elección se fue al tercer lugar en 17entidades federativas.

En 2006, la votación que obtuvo representabael 20.5 por ciento del padrón electoral, en esta elección se redujo al  18.8 por ciento.

No pudo convencer a la mayoría de lasregiones del país con sus propuestas.
Aun con su triunfo en la ciudad de México,medio millón de capitalinos votaron de manera diferenciada respecto a los votosque obtuvo el ganador de la jefatura de gobierno, miembro de su propio partido.

Tampoco pudo superar las percepcionesnegativas sobre su persona, que él mismo incubó, desconociendo los resultadoselectorales en2006.

Recuérdese que entonces, mantuvo sitiado elPaseo de la Reforma de la capital de la República, durante varias semanas.

Al descalificar esta elección, el candidatoderrotado falta a un principio fundamental de la democracia, que es el dereconocer los resultados electorales aun en la adversidad, y evade suresponsabilidad ante los partidos que lo postularon, por no haber podido sermejor opción.

El PRI acudirá al Tribunal Electoral, nosólo a defender la legalidad de este proceso electoral y nuestro triunfolegítimo; defendemos el valor del voto de los más de 50 millones de mexicanosque ejercieron el sufragio y a quien hoy él quiere anulárselos.

Acreditaremos la falsedad de sus argumentosy esgrimiremos la verdad legal. Colaboraremos con el IFE y la FEPADE paradesahogar todas las denuncias que se han presentado, y demostrar la legalidadde nuestro triunfo.

Se trata no solamente de reconocer nuestravictoria, sino también, de defender los votos de millones de mexicanos que,animados de espíritu democrático, concurrieron a las urnas a manifestar suvoluntad política.

Las preferencias políticas de millones devotantes, no pueden ser invalidadas, por una actitud que se resiste a reconocerla verdad jurídica, y la realidad política de México.

Los mexicanos ejercimos el sufragio demanera universal, libre, secreta y directa. El único problema de esta elección,fue haber tenido a quien probada y reiteradamente ha sido un mal perdedor.

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