AMECAMECA, Méx.— Las amenazas de extorsión de supuestos miembros del
crimen organizado se han extendido hasta el sector educativo en la zona oriente
del Valle de México.
Directivos de escuelas de Amecameca y Tepetlixpa han recibido llamadas
en las que se les pide entregar diferentes cantidades de dinero a cambio de
“protección” o de no hacerles daño a ellos o a sus familias.
Del 3 al 22 de agosto, las advertencias se registraron en la
Preparatoria anexa a la normal de Amecameca, el Centro de Estudios Tecnológicos
Universitarios José Fernández Garmendia, el Centro Universitario UAEM-Amecameca
y la primaria Benito Juárez de Tepetlixpa.
En esos planteles, un hombre pidió dinero en efectivo. Si no se lo
daban, dijo, atentaría contra los directivos, profesores, alumnos y contra los
inmuebles, a donde acuden a clases miles de estudiantes de la región sur
oriente del Estado de México.
En tres de los casos, quienes se comunicaron a las escuelas dijeron que
eran funcionarios de las secretarías de Educación Pública y de Gobernación, y
pidieron hablar con el director de los centros educativos.
El responsable de una de las escuelas atendió la llamada: “la persona
que llamó me dijo que era de La Familia Michoacana. Me pidió un pago mensual
para que brindara protección a la escuela y le dije que no manejábamos dinero
en efectivo y colgué, pero continuaron marcando”.
Es la segunda ocasión en este año que recibe una llamada así. La persona
que le habló el 22 de agosto fue la misma.
El director de otra institución educativa contó que la persona que le
habló se identificó como funcionario de Gobernación: “me dijo que iba a visitar
la escuela y ya iba en camino, que le juntara todo el dinero que tenía, primero
habló pausado, pero se le descompuso la voz cuando empezó amenazarme”.
Reconoció la voz, fue el mismo hombre que hizo otra llamada a la escuela
en agosto de 2011.
Una semana antes de las llamadas, un hombre se presentó a las escuelas
para preguntar por los directores, dijo que debería entregarles una invitación
para un evento.
En los dos casos, los directivos reportaron las llamadas a la policía
municipal y a la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
El responsable de otra escuela de la región de Los Volcanes recibió la
llamada en su teléfono celular. Un hombre le pidió amenazante dinero para darle
“protección” al plantel.
En otro centro educativo, el director recibió una llamada. Le exigieron
un pago de 300 mil pesos y le dieron una semana de plazo para juntar el dinero,
de lo contrario, le dijeron, tomarían represalias contra los docentes y
dañarían el plantel.
Temen a intimidaciones
La comunidad estudiantil teme que los supuestos miembros del crimen
organizado cumplan sus amenazas.
Las intimidaciones también se han presentado en escuelas públicas y
privadas de Nezahualcóyotl, Chicoloapan, Chalco, Valle de Chalco, Ixtapaluca y
Chimalhuacán.
Las llamadas telefónicas que han recibido los directivos son de hombres
con acento colombiano que les exigen fuertes cantidades de dinero a cambio de
que no atenten contra la vida de los maestros y estudiantes.
Los que han hablado a los centros educativos tienen conocimiento de las
actividades que se realizan en los inmuebles y poseen información de los
maestros, por lo que los directivos están muy preocupados.
En septiembre del 2010, una preparatoria privada de Tlalmanalco tuvo que
suspender las clases durante nueve días porque supuestos integrantes de una
banda delincuencial pidieron al director 600 mil pesos para no matarlo a él, a
personal académico y administrativo.
El director juntó el monto y lo dejó en varias iglesias de Chalco,
Amecameca, Puebla y Cuernavaca, como se lo pidieron, pero nadie lo recogió.
“Me amenazaron. Fue un sujeto con un arma .9 milímetros el que me dijo
que tenía que pagar 600 mil pesos”, recordó.
“Se identificó como miembro de La Familia Michoacana. Tenía acento
fuereño, tez blanca, vestía pantalón de mezclilla y chamarra negra de piel”,
contó.
El hombre, narró, le enseñó fotografías del personal administrativo de
la universidad y advirtió que le harían daño si no le entregaba el dinero.
Luego le obligó a asomarse al exterior, donde desde un auto estacionado, otro
hombre le enseñó un arma R15.
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