Inclemente el calor sabatino carboniza los encementados pavimentos
de La Paz.
La ardiente brisa golpetea las
empinadas calles de la colonia Jiménez
Cantú; y despiadado, el sol abraza las
espaldas de peatones y curiosos automovilistas que circulan por esa principal arteria.
Las armónicas notas de Cartas Marcadas, de la orquesta, apagan
el constante ruido vehicular; y la presencia de “Los Banqueros” (charros y virginias), conformando
las cuadrillas del primer dia del Carnaval 2013, le dan vida a tan árido
ambiente.
Con sombrillas, gorras y
sombreros, los vecinos abandonan sus quehaceres y salen de sus casas, los comerciantes se
apoltronan en las afueras de sus comercios y observan, disfrutan, sonríen, al ver las cuadrillas y comparsas, saben que con el carnaval, llega
la alegría espontánea que acaba con el estress de las faenas laborales.
La celosa mirada de Raúl González
Flores, uno de los habituados organizadores, al compas de Me gustas mucho, observa
detenidamente el movimiento de las femeninas botas blancas, el vaivén de los
vestidos color fiusha; observa los perlados rostros femeniles encubiertos con sombreros
y velos blancos transparentes.
Los curiosos disfrutan de los
vistosos decorados de los trajes, algunos
con gallitos, otros más con equinas figuras de hilo plateado, plasmadas en las
espaldas e incluso al frente de las vestimentas virginales.
Mas acá, junto a la Orquesta
Juvenil de Nicho Castillo, Mario Pérez Santamaría subjefe de Vialidad
municipal, se suma a los trabajos de los organizadores, sin dejar de disfrutar
también el colorido de los masculinos trajes de charros, algunos color azul
marino, otros color vino, éstos bordados con canutillo de oro.
La orquesta Juvenil de Nicho
Castillo, incansable, sabe que los centenares de asistentes, de un momento a
otro se sumaran al baile que realizan Los Banqueros.
Más al fondo, discretos, policías
municipales del Sector 3, por indicaciones de Gildardo Hernández el director de
la corporación, resguardan el desarrollo de este primer día de carnaval
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