sábado, 4 de abril de 2015

A la explotación laboral en San Quintín se suma el acoso sexual

FotoA la explotación laboral en San Quintín se suma el acoso sexual
Los patrones afilian a jornaleros al IMSS sólo por un mes y luego los dan de baja, acusa académico.


Diversas han sido las protestas que han realizado los jornaleros de San Quintín, Baja California, en demanda de mejoras salariales.
Las demandas de los jornaleros no han cambiado a lo largo de los años, y como novedad se suman las denuncias de acoso sexual de mayordomos a las mujeres trabajadoras, afirmó Everardo Garduño, miembro del Instituto de Investigaciones Culturales de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y autor del libro Mixtecos en Baja California: el caso de San Quintín.
Señaló que las comunidades indígenas migrantes que han logrado establecerse en la región tienen los mismos derechos de demandar mejores condiciones de vida que cualquier otro ciudadano de la entidad, pero la actitud del gobierno ha sido de soberbia, porque no encara el problema, no le interesa la solución y tampoco le da el peso que debería tener.

Garduño destacó que la movilización de las agrupaciones de jornaleros en el valle de San Quintín sólo se entiende con la independencia de vivienda y la creación de nuevos asentamientos que han logrado construir los campesinos, a través de luchas que les han otorgado la libertad de acción y de organización.

Señaló que es prácticamente imposible el ordenamiento de campesinos, porque existe la figura del mayordomo –una especie de policía interno–, quien está al tanto de todo lo que ocurre. De ahí que en las colonias de asentados sea donde puede retomarse la organización de los jornaleros; allí se empieza a conformar el movimiento de lucha unificada del pueblo triqui, donde retomó fuerza la Central Independiente de Obras Agrícolas y el poder de la colonia Maclovio Rojas.

Historia mixteca

A 20 años de haber llegado a esta región –aún adolescente y proveniente de San Martín Peras, Oaxaca–, la mixteca Gloria Gracida Martínez advierte que en la actualidad se siguen viviendo las mismas injusticias: “es lamentable que no han cambiado las vejaciones que viven mis compañeros jornaleros; lo peor es que no cesan los acosos y violaciones sexuales de parte de los mayordomos a las mujeres.

Llegamos con muchas ilusiones, motivadas por la pobreza que vivíamos en nuestros pueblos; ha sido mucho el esfuerzo por salir adelante, comentó en entrevista y agregó: en un inicio estaba como la mayoría de los niños que llegan a San Quintín, que sólo hablaba un idioma, el mixteco, por lo que me costaba el doble de trabajo entender las cosas en la escuela y el trabajo.

Gracida Martínez arribó en la década de los noventas a Baja California, en busca de mejores condiciones de vida y con el anhelo de salir de la pobreza, porque los campos agrícolas de Oaxaca son de los peor pagados del país.



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