El crecimiento de las denuncias, señaló el organismo en un
comunicado, ha sido exponencial, al pasar de cuatro en 2006, a 87 entre 2014 y
2015.
Estas “conductas aberrantes” en los centros escolares,
advirtió la CNDH, no es exclusivo de un nivel escolar, se presenta lo mismo en
escuelas públicas que privadas y se dan en distintas modalidades: violación,
tocamientos, lenguaje impropio e insinuaciones, entre otras.
De 2006 a 2015 el organismo ha emitido 16 recomendaciones
específicas y la recomendación General 21, sobre la prevención, atención y
sanción de casos de violencia sexual en contra de los niños en centros
educativos y fue dirigida a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y a los
gobiernos de las entidades federativas del país.
A pesar de ello, los abusos siguen. La CNDH señaló que ha
identificado como patrón en este tipo de conductas la intimidación o amenaza
dado el carácter del profesor que impone su autoridad sobre los alumnos, lo que
hace que éstos se encuentren en situación vulnerable y de total desventaja.
Por si fuera poco, indicó que distintas entidades
federativas carecen de lineamientos, instructivos o reglamentos para atender
este fenómeno, además de que los profesores y las autoridades de los planteles
no cuentan con capacitación, cursos o esquema de actuación preventiva.
“La Comisión Nacional de los Derechos Humanos advierte sobre
la necesidad de actuar de manera preventiva en todos los niveles escolares,
mediante programas de vigilancia que permitan actuar en tiempo y forma”, urgió
el organismo.
Detalló que en 2006 recibió cuatro quejas por abuso sexual
en escuelas, 10 en 2007, cuatro en 2008, 17 en 2009, 14 en 2010, 24 en 2011, 12
en 2012, más del cuádruple en 2013, con 5, y 87 entre 2014 y 2015.
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