• Ante la ceguera voluntaria, cómplice y corrupta del fiscal general Alejandro Gómez Sánchez, la Fiscalía Regional de Neza está convertida en un auténtico chiquero, donde, recientes cambios fingidos demuestran que la institución está convertida en un auténtico cartel
Por J. MARTIN PONCE R.
NEZAHUALCOYOTOL, Méx. La reciente y supuesta “limpia” o engañosa “sacudida” al interior de la Fiscalía Regional en Nezahualcóyotl, resultó un simple reacomodo de complicidades que fortalece la corrupción y la impunidad en que se desenvuelven o “trabajan” los “madrinas”, quienes bajo las órdenes de viejos mandos curtidos en la generación de dinero sucio, impunidad y abuso, hoy son intocables ante el apoyo de la Fiscal Regional Maria Esther Nolasco Núñez y el comandante Regional Alejandro Álvarez Aguilar
La "sacudida" quedó en sobadita, atolito con el dedo, porque los cambios registrados el pasado lunes de varios jefes de grupo de la Policía de Investigación (PDI), fue una burda maniobra a fin de taparle el ojo al macho y demostrar que sí trabajan, pero, quedó en claro que en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México se continúa encubriendo la porquería, que el fiscal general Alejandro Gómez Sánchez, está más ciego que la diosa Justicia o, es cómplice de la millonaria corrupción que corre en los sótanos de la procuración de justicia en el Estado de México.
La historia reciente confirma todo lo anterior. Hace unos días varios madrinas de la Policía de Investigación que "trabajaban" en el grupo Chimalhuacán fueron balconeados en redes sociales, uno de ellos portaba al cinto un "huevo" -placa de metal- y lucia orgulloso un arma de fuego, por lo que de inmediato se ordenaron algunos cambios dentro de esa corporación en Nezahualcóyotl para contrarrestar el escándalo social.
La aparente, sucia y pestilente limpia dejó mucho que desear. Por principio de cuentas, el jefe de grupo en Chimalhuacán, Leonel García Aguillón y el agente investigador Edgar Leopoldo Cruz Hernández, quienes utilizaban a los madrinas o izquierdos Eduardo Pantoja y David Legaspi para hacer el trabajo sucio, dar cara, extorsionar a los habitantes y sobre todo cobrar la renta en puntos de droga, solo fueron cambiados de grupo, no se les aplicó la ley.
García Aguillón, viejo policía con 19 años de antigüedad, fue enviado de simple elemento a San Vicente Chicoloapan, con la consigna de mantenerlo con las "manos amarradas", sin trabajar asuntos, mientras que el agente Cruz Hernández fue cambiado a La Perla en Nezahualcóyotl junto con sus madrinas o izquierdos de cabecera; lo que dejó en claro que la fiscal Regional Maria Esther Nolasco Núñez y el comandante Regional, Alejandro Álvarez Aguilar, siguen empeñados en enlodar la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, cuyo titular Alejandro Jaime Gómez Sánchez pareciera no estar enterado de lo que ocurre al interior de su dependencia, o de plano es cómplice y beneficiario del dinero sucio.
En la FGJEM para nadie es secreto que los “madrinas o izquierdos” gozan de total protección, entran y salen de los centros de justicia con total impunidad. Los altos mandos saben quiénes son y, sin embargo, no hacen nada para evitar el desprestigio de la dependencia encargada de impartir justicia y combatir el delito. La maestra Nolasco Núñez y su Regional, Álvarez Aguilar, saben muy bien para qué sirven los madrinas y las jugosas utilidades que éstos generan, pero en esta ocasión –ante el escándalo social en redes sociales-, con los cambios sólo pretendieron tapar el sol con un dedo.
Con estos engañosos y apresurados cambios llegó al grupo Chimalhuacán, Leonel Marín Espinosa, otro viejo policía que en cuestión de mañas es experto maestro, pero afirman que no llegó solo sino con su pandilla, acompañado de agentes incondicionales que tenía bajo su mando en La Perla. Por ello, son muchos quienes aseguran que no hubo cambios, ni limpia, ni sacudida, sino un simple reacomodo de intereses personales y de grupo.
En este último grupo fue designado Carlos Reyes Camacho, un individuo de quien se afirma que cuando fue "coordinador" de la Policía de Investigación en Nezahualcóyotl. era el encargado de pasar la charola entre los diferentes jefes de grupo, dinero que se decía alcanzaba para todos, sin embargo, todo parece indicar que ahora de nueva cuenta los jefes le brindan todo su apoyo para encabezar uno de los grupos más peleados en la Fiscalía Regional.
Sin duda que la mala, falsa y corrupta procuración de Justicia en el Estado de México, habrá de costarle caro, muy cado al gobernador Alfredo del Mazo Maza, quien, en la elección -2021- de alcaldes y Congreso local, prácticamente perderá todo, precisamente por no haber tenido mano dura para extirpar la corrupción de esta dependencia. Mientras tanto otro jefe de grupo también removido fue Roberto Carlos Jiménez Sánchez, el Bugs Bonny negro, quien del grupo Neza Palacio fue enviado a San Vicente Chicoloapan para relevar al tambien jefe de grupo, Javier Alarcón Garrido, quien a partir del lunes pasado se encuentra al frente de un grupo de investigadores en Neza Palacio.
Sin embargo para nadie es secreto que al interior de la Policía de Investigación en Nezahualcóyotl se mueven ciertos intereses, de ahí que personajes oscuros del bajo mundo policial sean quienes encabezan las jefaturas de grupo, mandos policiacos que durante años han permitido que los madrinas o izquierdos hagan de las suyas. La sociedad mexiquense lo sabe.
Otro botón de muestra de la inmaculada corrupción al interior de la Fiscalía Regional de Nezahualcóyotl, es la presencia del comandante Regional, Alejandro Álvarez Aguilar, quien tiene bajo sus órdenes a seis jefes de grupo en La Perla, Neza Palacio, Campestre Guadalupana, San Vicente Chicoloapan, Chimalhuacán y Los Reyes la Paz, respectivamente. Muchos de ellos tienen un pasado turbio como Marín Espinoza, quien anteriormente se desempeñó como elemento del grupo Chimalhuacán y tenía como jefe de grupo a un individuo de apellidos Mexicano López, a quienes por cierto les estalló el cohete tras la fuga sospechosa de un mañoso detenido el 6 de noviembre de 2012 en Acuitlapilco.
Otro jefe de grupo de negro y corrupto pasado es Roberto Carlos Jiménez Sánchez, “El Bugs Bunny Negro”, un policía con problemas de alcoholismo que hace años chocó una patrulla -de la entonces PGJEM-, caso del que salió bien librado gracias al apoyo del entonces Fiscal Regional Mauricio Blancas Valerio.
A fines de mayo de 2018
Jiménez Sánchez fue levantado por un grupo de delincuentes cuando circulaba en su vehículo por el Circuito Exterior Mexiquense, los cuáles lo abandonaron a la altura de la caseta de cobro de Jorobas con tres disparos de arma de fuego, caso del que en su momento se dijo "traía cola".
Toda esta red de corrupción, impunidad deja en claro que los cambios ordenados por la Fiscal Regional, Nolasco Núñez y el comandante Alejandro Álvarez Aguilar, no son otra cosa más que una burla a la sociedad, una fingida limpia donde salen a relucir los reacomodos y complicidades de ciertos mandos, pero el costo político para el gobernador Alfredo del Mazo Maza, sin duda, será su sepultura política y entre las patas se llevará al PRI estatal.
Otro caso que llama la atención es el denominado grupo "especial" de agentes de la funcionaria Nolasco Núñez que afirman son los encargados de cobrar las rentas del vicio, entre ellos se menciona a un individuo de apellido Huidobro, apodado el Pantera y otro más conocido como el Papichulo, pero esa es otra historia...
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