La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) se unió a la búsqueda que emprendió la activista Frida Guerrera y otras organizaciones civiles para dar con la identidad de cinco niños localizados muertos en calles de diversos municipios mexiquenses, la mayoría víctimas de violencia física y sexual, pero que no fueron identificados y por ello sepultados en la fosa común.
Esta mañana, la activista y periodista acudió al panteón general de Toluca, donde fue exhumado el cuerpo de Florecita, una menor de entre dos y cuatro meses de edad, quien fue hallada muerta en calles del municipio de Toluca el 29 de octubre del año pasado y que Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México (Cobupem) su cuerpo yacía en una caja de cartón. En ese momento, vecinos de la colonia Valle Verde reportaron el hallazgo de la bebé abandonada en la calle Gumersindo Enríquez, cerca de la Terminal de Autobuses de la entidad.
Elementos de seguridad la localizaron sin signos vitales,
envuelta en un pedazo de tela cuadrada de color verde, rosa, blanco y amarillo,
portaba también un gorro color rosa con una flor estampada al frente, de ahí el
nombre que le otorgaron la activista Frida Guerrera y otras organizaciones de
defensa. La menor quien aún no fue identificada, será sepultada hoy en el
Panteón Memorial de Naucalpan, acompañada por madres integrantes de la
organización “Voces de la ausencia”, donde les han permitido un espacio para el
destino final de los niños, quienes como Florecita o Calcetitas Rojas, fueron
asesinados y tirados en la vía pública.
Florecita, además portaba una chamarra color verde agua con
botones blancos y un oso estampado del lado derecho; un pantalón tipo mallón
color azul, con vivos en blanco; y unos tines blancos con vivos color gris. Por
lo que las activistas piden a la ciudadanía que de identificar alguno de sus
rasgos, acudan ante las autoridades, toda vez que merecen ser reclamados sus
cuerpos.
Luego de la exhumación del cuerpo de Florecita, Frida
Guerrera señaló que en el Estado de México es preocupante el aumento de la violencia
contra los niños, especialmente creciente durante la etapa más crítica de la
pandemia por Covid 19 y posterior a ello. Dijo que inquieta el incremento de la
violencia contra menores que nadie vió o conoció, pues nacieron en el encierro,
permanecieron dentro de casa y eso ayudó al contexto de violencia.
Añadió que “creció mucho el problema a lo largo de la
emergencia sanitaria y son niños difíciles de identificar porque poca gente los
vio y muchos ni siquiera fueron registrados, como es el caso de la niña
Florecita. Descartó que hayan sido menores secuestrados o víctimas de otro tipo
de delitos, pues no hay fichas de localización para ellos y enfatizó que hoy a
“siete familias les falta un bebé y nadie los reclama”.
Además, señaló la descomposición que se ha generado, porque
las mismas familias han caído en una especie de falta de valores, de respeto
hacia los niños que terminan asesinados, tras ser violados y luego tirados a un
barranco.
Entre los niños que no han sido identificados se encuentra
el caso de una menor de 1 año de edad, quien de acuerdo con los datos de la
FGJEM fue localizada en Toluca, tirada en la vía pública, vestida con un
pantalón rosa, con bordado de un conejo en la parte inferior, playera de
poliéster morado, con estampado de la palabra Love en la parte frontal. De
nariz chata, ojos redondos, frente mediana y cejas escasas, esta bebé yace en
la fosa común a la espera de que algún familiar la identifique y la reclame.
“No importa si son sus hijos o hijas los padres de estas pequeñas
criaturitas, si tienen que ser investigados y dar en la prisión, debe ser
porque los niños y niñas son de todos”, lamentó.
También, un menor de Nezahualcóyotl, con aproximadamente un
año de edad, complexión mediana, cara redonda, frente amplia, ojos medianos
color café, nariz recta, labios medianos, cabello lacio y castaño, con una
mancha color verde en el tórax y deformación en el brazo derecho por fractura
reciente. También de Huehuetoca, un menor de dos años, con cara delgada,
cabello lacio castaño, vestido con una chamarra color amarilla y camisa azúl.
Así como de Texcoco, un menor de cinco años, cara ovalada,
delgado, vestido con pantalón poliéster color morado con negro, sudadera de los
mismos tonos, playera negra estampada y bóxer de poliester gris con negro.
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