MÉXICO, D.F., septiembre 7.- El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, negó que Andrés Manuel López Obrador le haya impuesto a colaboradores cercanos en su Gabinete y admitió que a Martí Batres se le pidió su renuncia por poner en duda la calidad política y moral de su superior.
Dijo que esta decisión se tomó porque es importante que en su gobierno exista "congruencia, cohesión y orden ", y que este tipo de actitudes, por supuesto, no podrían quedar inadvertidas.
En entrevista con Carmen Aristegui en MVS Radio, Ebrard Casaubón definió como "legalmente instituida" la figura del presidente Felipe Calderón, con quien lleva, sostuvo, una relación institucional.
"(Calderón) Está legalmente instituido y todos los funcionarios de su Gobierno con las facultades que la ley establece, y esa es la posición que hemos mantenido desde el primer día de mi gobierno", explicó Ebrard, quien detalló como se lleva la relación institucional en los distintos programas sociales entre su gobierno y la federación.
Comentó que en el caso de su ahora ex secretario de Desarrollo Social existía una "incompatibilidad institucional", ya que por una parte, expuso, ejercía recursos que vienen en parte de la federación para programas aplicados en la ciudad de México, entre ellos de vivienda, y sostenía que no debía de reunirse con ninguno de los funcionarios federales.
Se le insistió sobre si Felipe Calderón es un presidente ilegítimo como lo califica el propio López Obrador.
"Yo no le pondría ningún adjetivo, yo lo que diría es que es el presidente legalmente constituido y yo soy el jefe de Gobierno y tengo una serie de responsabilidades como tal que debo de cumplir", precisó.
Al retomar el tema de la salida de Martí Batres, ahora ex secretario de Desarrollo Social, el Marcelo Ebrard explicó que no es compatible estar en un gobierno en el que dudas de la autoridad política y moral del jefe de Gobierno.
"Entonces cómo es compatible que estés en un gobierno en donde supones que no hay autoridad política y moral del jefe de Gobierno, sea cual fuera la causa", dijo Ebrard.
Reconoció que en muchas ocasiones en diversos temas no sólo Batres si no otros secretarios no estuvieron de acuerdo con algunas decisiones, pero que su gobierno fue "muy estable", ya que se aceptan todas las ideas.
"A nadie se le ha pedido que deje el gobierno porque tenga críticas o posiciones distintas" subrayó Marcelo Ebrard, pero que en el caso de Batres se le pidió su salida porque puso en tela de juicio la autoridad moral y política del jefe de Gobierno.
Insistió en que esto no se puede permitir, ya que si alguien está en un lugar que no le gusta y no se va por iniciativa propia, entonces se corre el riesgo de que su gobierno pierda "cohesión y orden".
"El gobierno de la ciudad tiene responsabilidades muy serias que debe cumplir, y tiene en su elemento de cohesión la confianza mutua y la congruencia esencial de lo que estás haciendo", explicó Ebrard.
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