lunes, 20 de febrero de 2012

Acoso laboral y sexual, el martirio de las trabajadoras



El acoso laboral y sexual es el pan de cada día que las mujeres trabajadoras tienen que soportar sin denunciar, por temor a perder el empleo, ser removidas del cargo o quedarse marginadas al interior de las oficinas.


La secretaria de Acción Femenil del Sindicato Único de Trabajadores del Estado y Municipio (SUTEyM) Eufemia Pérez Segura, afirmó que en pleno siglo XXI es innegable el machismo que prevalece al interior de la administración pública en todos los ámbitos.

La situación se replica en todos los niveles y en todos los ámbitos, "lo mismo en la administración de un municipio pequeño o grande, que en organismos descentralizados en el sector central".

No es privativo de un área específica y se da principalmente en personal administrativo.

Por ello, la integrante del Comité Directivo Estatal del SUTEyM resaltó la importancia de llegar a todas las regiones de la entidad y que participen en seminarios y foros, para que las mujeres conozcan sus derechos y en esa medida puedan defenderlos.

Pérez Segura indicó que tienen el apoyo irrestricto de su líder estatal, Jorge Omar Velázquez Ruiz, quien se ha comprometido a defender sus derechos, a respaldar a cada una de las integrantes suteymistas, para que se revalore el trabajo que las mujeres desempeñan dentro de la administración pública en cualquiera de sus ámbitos.

"Peleamos que se respete la igualdad de género, y por eso nos reorganizamos las mujeres suteymistas, pues lamentablemente no existe la denuncia ante el acoso laboral o el acoso sexual que es frecuente sufran las trabajadoras".

Muchas de las mujeres que sufren ese tipo de agresión en su centro de trabajo, comentó, son jefas de familia, madres solteras, mujeres divorciadas o viudas, que son el único sustento de sus hijos, y temen denunciar ante el eventual despido o que su jefe tome represalias.

Los foros y talleres son para que se sientan apoyadas y tengan el valor de denunciar, sepan que el SUTEyM las respalda.

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