miércoles, 4 de abril de 2012

"Estamos hartos de perder lo poco que tenemos cada que llueve

 

Desde hace más de 30 años las inundaciones afectan el patrimonio de los habitantes del fraccionamiento San Lorenzo, en el municipio de Chimalhuacán
 
 
CHIMALHUACÁN, Méx.- Habitantes del municipio se manifestaron para exigir a la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM) que inicie de inmediato los trabajos para la construcción del cárcamo San Lorenzo, a la que se asignaron 36 millones de pesos, porque más de 20 mil residentes se encuentran en riesgo de inundarse en la próxima temporada de lluvias.
Cansados de que la CAEM mantenga detenida la realización de la planta de bombeo desde el pasado 12 de febrero, los inconformes, la mayoría personas de la tercera edad, protestaron en el terreno que donó la comunidad.
"¡Queremos solución, no más inundación!", fue una de las consignas que gritaron los residentes.
"Estamos hartos de perder lo poco que tenemos cada que llueve. Basta de tanta indiferencia de las autoridades, queremos que cumplan lo que prometieron”, exigió Carmen Garduño, una de las vecinas de la comunidad.
La CAEM les informó a los habitantes que la obra hidráulica no se ha efectuado porque dos postes de alta tensión se encuentran en el área donde se construirá el cárcamo y la obstruyen.
Protección Civil de Chimalhuacán advirtió que si el proyecto no se concluye antes del inicio de la temporada de lluvias cerca de 370 familias de la zona sufrirán anegaciones severas y 20 mil moderadas, pues el sistema de bombeo en la zona libera el agua a una velocidad de 100 litros por segundo, cantidad insuficiente para contener la fuerza de la corriente que baja del cerro Chimalhuache.
Desde hace más de 30 años las inundaciones afectan el patrimonio de los habitantes del fraccionamiento San Lorenzo.
Marta Aguilera, vecina de la calle 20, recordó que en 1973 fue la primera vez que se negaron.
"En ese año el aguacero reventó el canal de La Compañía. Todos mis muebles los perdí, mi cama, mi sala, todo se fue con la corriente", contó.
Para protegerse los habitantes han construido en sus casas muros de contención para impedir que el agua se filtre. Otros subieron sus muebles sobre tabiques o tablones para alejarlos de la humedad.
En la calle 4 ni levantando esos muros evitan que el agua se les meta en sus hogares, pues el nivel alcanza hasta un metro y medio de altura.
"Yo padezco reumas a causa de la humedad y por estar sacando el agua de la casa siempre que llueve", narró Ángela Guadalupe Zarate, residente de la calle 4.

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