MEXICO DF.- Una comisión de diputados mexicanos aprobó una reforma laboral que excluyó un controversial plan para transparentar a los poderosos sindicatos, aliados del PRI, mostrando que el ala dura del partido del futuro presidente tiene el poder de decidir sobre otros esperados proyectos clave.
Los intensos debates en la Cámara de Diputados en torno a la reforma dieron señales de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenece el mandatario electo Enrique Peña Nieto, no respaldaría en el futuro algo que amenace sus añejos intereses corporativos.
La comisión de Trabajo avaló la iniciativa, que incluyó también nuevas modalidades de contrde septiembre.
"El PRI protege (...) a sindicatos, a líderes sindicales que se niegan a transparentar su actuar", dijo Luis Alberto Villarreal, jefe de los diputados del derechista Partido Acción Nacional (PAN), de Calderón, en declaraciones al diario Reforma.
El proyecto de dictamen ignoró propuestas como el voto libre, directo y secreto en la elección de jefes sindicales, además de que las organizaciones estén sujetas a auditorias y que los sindicatos que no informen a los trabajadores el destino de sus aportes obligatorios podrían perder esas contribuciones.
También dejó fuera poner un tiempo límite atación más flexibles para detonar la creación de empleos, pero se esperaba para el miércoles un debate de varias horas más en el que los legisladores buscarán modificar decenas de artículos.
La reforma, que el pleno de la Cámara Baja debe votar esta semana, modificó una iniciativa que presentó el presidente saliente Felipe Calderón que proponía obligar a los sindicatos a rendir cuentas de sus finanzas, origen de una extendida corrupción sindical.
Decenas de millones de dólares pasan cada año por las manos de los jefes de grandes sindicatos, sin que estén obligados a informar sobre el manejo de esos fondos.
Dirigentes gremiales, algunos de los cuales son legisladores del PRI, presionaron para hacer más tibios los puntos que buscaban afectar la autonomía sindical en la iniciativa de Calderón, presentada el 1 a las huelgas para que no signifiquen pérdidas millonarias a las empresas.
REFORMA MODIFICADA
En cambio, la reforma modificada estableció incluir en los estatutos de los sindicatos algunas reglas para la rendición de cuentas que considere el derecho de los trabajadores a recibir información del manejo de los recursos, pero sin fijar plazos o medidas concretas para ello.
"El derecho a huelga, de asociación, la libertad sindical y el derecho de los trabajadores a autodarse sus normas regulatorias están, desde nuestra perspectiva, a salvo en el dictamen", dijo el diputado del PRI, Ricardo Pacheco.
La mayoría de los sindicatos del país, como el de maestros, el más numeroso de América Latina, surgieron mientras el PRI gobernó por 71 años consecutivos hasta el 2000. En ese periodo las organizaciones fueron instrumentos de poder y pilares para el partido, que en diciembre regresará a la presidencia.
El futuro mandatario se ha mostrado proclive a la reforma laboral, una de las estructurales que la segunda economía latinoamericana requiere para enfrentar sus rezagos.
Pero observadores ven en la vieja guardia del PRI el problema más álgido para Peña, quien ha prometido empujar otras postergadas reformas, como la fiscal o la energética, que contendrían espinosos planes para aumentar el impuesto al consumo o capital privado en la petrolera estatal Pemex.
Según el PAN, con la reforma laboral se generarían 400,000 nuevos empleos al año, lo cual resolvería parcialmente el desempleo ya que analistas estiman que las necesidades del país son de un millón de plazas laborales anuales.
La propuesta de Calderón no sólo puso al PRI en un aprieto por lo álgido del tema, sino que fue presentada como una de las iniciativas preferentes en el Congreso, lo que implica que debe ser aprobada o rechazada a más tardar a fines de octubre.
Luego de que la reforma -que incluye además regular el "outsourcing" o subcontratación con el propósito de evitar que el patrón evada beneficios para los trabajadores, modalidades de contratación más flexibles y el pago por hora- sea aprobada por el pleno de los diputados, pasará al Senado.
La Ley Federal del Trabajo, con más de 1,000 artículos, data de la década de 1930 y no sufre modificaciones sustanciales desde hace 42 años
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