viernes, 21 de septiembre de 2012

Incertidumbre y miedo, ante operativo de militares en Neza

Habitantes no creen que la presencia de las fuerzas federales, estatales y municipales termine con la violencia que permea el municipio
 
La presencia de los cuerpos de seguridad sorprendió a algunos vecinos.
 
NEZAHUALCÓYOTL, Méx.— “¡Ahí vienen, ahí vienen!”, gritaron varias voces. Y sí, llegaron. Tres camionetas de reciente modelo se estacionaron frente al sitio de taxis. Varios hombres armados descendieron de las unidades. Iban por su “renta”.
Eran supuestos integrantes de La Familia Michoacana que la misma noche en la que iniciaron los operativos militares-policíacos en el municipio de Nezahualcóyotl, fueron a recoger los seis mil pesos mensuales que les exigen a los taxistas por no hacerles daño.
Los mil elementos de las fuerzas castrenses, federales, estatales y municipales, que anunció el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Salvador Neme Sastré, que participarán en el Operativo Neza, no se percataron de la presencia de esa supuesta célula de la agrupación criminal que fue a amenazar a los choferes de que si no daban su cuota “se atuvieran a las consecuencias”.
Los 30 conductores de ese sitio no se sienten seguros ni con la presencia de las fuerzas federales.
“Los policías están del otro lado y no confiamos en ellos”, dijo uno de los operadores de la unidad de alquiler que se negó a dar los 200 pesos exigidos.
Intermitente
Después del anuncio formal del inicio de los operativos de vigilancia en el segundo municipio más poblado del Estado de México, los convoyes militares y de la Policía Federal, desfilaron por las calles donde la séptima generación de la organización criminal La Familia Michoacana tiene atemorizados a gran parte de los habitantes.
En las primeras horas de la mañana los efectivos dejaron de patrullar. Sólo algunos miembros de la SSC mantenían algunos filtros de revisión en el límite de Nezahualcóyotl y Los Reyes La Paz.
Vecinos desconfiados
Después de las 13 horas, los soldados y los policías municipales de Nezahualcóyotl salieron del Deportivo Metropolitano, que fue acondicionado como base militar, a recorrer uno de los 42 cuadrantes en los que fue divida la localidad.
Los ojos de los residentes miraban con sorpresa el desfile de unidades por las calles donde los han asaltado sin que haya intervenido ninguno de los que ahora presumen que los protegerán.
El convoy se detiene y los militares se bajan para revisar a los conductores de vehículos particulares y su interior, pero no encuentran nada de lo que están buscando.
Sólo cervezas hayan esta vez dentro de los automóviles.
En las principales vialidades del segundo municipio más densamente poblado de América Latina, el tráfico se complica por el paso de los efectivos policíacos.
Doña Ángela le tiene más miedo a los policías que a los delincuentes; afirma que su hijo fue secuestrado, hace unos días, por supuestos elementos de la SSC.
Lo amenazaron con acusarlo de trata de personas. Lo extorsionaron con 15 mil pesos.
Ella no confía en ellos. “Los mismos policías andan asaltando”, acusó. No confía en nadie.
Otra de los habitantes, como Teresa, tiene también dudas de la eficacia de los operativos militares-policíacos en la zona.
“Tal vez sí, tal vez no, tengan éxito”, contó. Efraín, otro habitante de la colonia Benito Juárez, no cree que la presencia de las fuerzas federales, estatales y municipales termine con la violencia que permea el municipio que habita.
“Que vayan realmente a donde está la venta de droga, a donde están operando los delincuentes”, pidió el vecino.
El Operativo Neza también despertó miedo entre algunos vecinos. Muchos de ellos preguntaban si había ocurrido algo porque en mucho tiempo no había tanta presencia policíaca en las calles

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