Por Agencia el Universal | El Universal – Hace 1 hora 58 minutos
MOTOZINTLA, Chis., octubre 1 (EL UNIVERSAL).- Una treintena de detenidos, edificios públicos y empresas privadas quemadas y la liberación informal de unos 80 presos, así como la agresión a dos reporteros por parte de policías estatales, es el saldo que dejó la protesta postelectoral en Motozintla, localidad de la Sierra Madre de Chiapas, una de las más pobres del estado.
Los hechos violentos se recrudecieron a las 09:30 horas del pasado domingo, cuando grupos de inconformes de la Resistencia de Motozintla integrados por presuntos miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), del PRD, PT y Movimiento Ciudadano acordaron liberar a unos 80 presos que se encontraban en la cárcel municipal purgando delitos del fuero común y federal.
Los manifestantes que mantenían tomada la alcaldía y bloqueado con troncos y piedras la carretera que comunica a la ciudad de Tapachula con San Cristóbal de las Casas, en protesta por la supuesta imposición del candidato del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quemaron una patrulla de la policía municipal.
El grupo de manifestantes prendió fuego a la alcaldía, la cárcel preventiva, la Casa de Cultura, Hacienda del Estado y otras dependencias gubernamentales, así como dos vehículos, una motoneta y algunos comercios que fueron alcanzados por las llamas.
Los inconformes, que se autodenominaban del EZLN, amenazaban con incendiar sucursales bancarias y otros negocios que se ubican en el primer cuadro de la ciudad.
En el lugar la corresponsal de EL UNIVERSAL, María de Jesús Peters, y de Milenio, Juan de Dios García Davish, fueron amenazados por el grupo con quitar los equipos si realizaban imágenes; sin embargo, tras identificarse como reporteros accedieron a permitirles tomar imágenes sólo de los lugares que estaban incendiándose.
A las 4:00 horas de este lunes, un grupo de la Policía Estatal que se cubrían el rostro con pasamontañas y que portaban armas de grueso calibre, arribó de manera sorpresiva a la alcaldía y de manera violenta detuvieron a una treintena de personas.
Los hechos estaban siendo documentados por corresponsales de EL UNIVERSAL y Milenio desde el balcón de una habitación del Hotel Victoria, que se ubica a un constado de la alcaldía, pero al percatarse los agentes con insultos y arrojando objetos exigían que se dejara de filmar.
De forma violenta, unos 10 policías estatales que se cubrían el rostro con pasamontañas, encabezados por otro que vestía de civil, irrumpieron en la habitación donde se encontraban los dos periodistas y su hija de seis años de edad, quienes a gritos y amenazas exigían que se les entregara el equipo.
Al negarse a entregar las cámaras, los policías agredieron a los comunicadores.
Mientras otro grupo de policías registraban las mochilas y demás pertenecías en busca de más cámaras.
Hasta el mediodía de este lunes, habitantes de esta localidad serrana continuaban con los disturbios, saqueando la alcaldía municipal, de donde se llevaban algunos muebles y computadoras que no fueron consumidas por el fuego.
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