JUAN LÁZARO SANTIAGO/reporterosenmovimiento.com
No hay duda de que Andrés Manuel López Obrador y Alfonso
Durazo – responsable de la seguridad pública en nuestro país-, ven «moros con
tranchetes» en donde realmente existe un problema laboral de más de 40 mil
policías federales distribuidos en todo el país.
Echarle la culpa al ex presidente de la República, Felipe
Calderón Hinojosa, de ser «la mano negra» detrás de las manifestaciones de los
federales, no contribuye en nada a la solución interna del conflicto policial.
Al contrario, AMLO y Alfonso Durazo imponen una cortina de
humo para ocultar que el gobierno federal viola los derechos laborales de miles
de policías, ya que de un plumazo les quieren quitar su antigüedad y beneficios
que han obtenido a través de los años.
Calderón lo único que hizo fue solidarizarse con la protesta
federal y fijar su postura ante este conflicto. No más.
Y la ligereza con la que AMLO y Durazo lo mencionan como «la
mano negra que mece la cuna» solo prueba la falta de capacidad de ambos políticos
para resolver el problema de fondo que hay en la policía federal.
Retomar la petición de un policía federal para que Felipe
Calderón sea quien los represente en un sindicato, no es ninguna prueba de que
este atrás de las manifestaciones.
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Alfonso Durazo desconoce los mínimos detalles de porqué
Felipe Calderón tiene aceptación en las filas de los federales. No hay duda que
le falta el Cisen – Un ex órgano de inteligencia de los gobiernos anteriores –
para tener más información sobre un conflicto nacional.
AMLO y Alfonso Durazo deben saber que los policías federales
– y también los militares – tienen en su memoria al ex presidente Felipe
Calderón, porque en su período incrementó los salarios a las tropas, en medio
de la guerra que sostuvo contra el crimen organizado.
Claro que Felipe Calderón quería tener a los policías y a
los militares de su lado ante las encarnizadas luchas contra las organizaciones
criminales, por ello los apapachaba en su período presidencial.
Y sí AMLO y Durazo tienen dudas que vayan
y pregunten a cualquier federal o militar que estuvo en el período de Felipe
Calderón y sabrá la respuesta con más exactitud.
Meter a Calderón como el instigador en la manifestación de
policías federales es totalmente insensato por parte de Alfonso Durazo.
Desde mi punto de vista, la rebelión policial fue porque «de
la noche a la mañana» los quieren incorporar a la Guardia Nacional – formada
actualmente por militares y marinos -, haciéndoles exámenes tipo castrenses.
Además, con el riesgo de no ser aceptados y perder todos sus
derechos laborales.
Hay federales que han entregado toda su vida en esa
corporación y de pronto los mandan como tropa a la Guardia Nacional, sin
aprovechar sus experiencias como policías. No es congruente.
De qué hay corrupción en la policía Federal, como lo
mencionan Andrés Manuel, claro que la hay. No hay nada nuevo, pero eso lo tiene
que resolver su gobierno de la honestidad valiente.
De qué los federales actuaron con violencia en San Salvador
Atenco, Oaxaca, contra maestros o manifestantes, claro que lo hicieron pero
obedeciendo órdenes de los políticos que gobernaban este país antes de la
Cuarta Transformación.
Ellos son tan humanos como cualquier ciudadano, pero tienen
un deber, obedecer órdenes de sus mandos, entre ellos, del presidente de la
República.
Ahora están en rebelión con el presidente de la Cuarta
Transformación que en vez de hacer acusaciones a la ligera, debe de tener tacto
para resolver el conflicto laboral y no convertirlo en tema político.
PARA EL ARCHIVO…
Después de estas protestas de los federales, habrá muchos
que quedarán desempleados al no cumplir los requisitos para incorporarse a la
Guardia Nacional.
Y el desempleo será una mancha en el gobierno de AMLO como
ya se ve en diferentes dependencias del gobierno federal: los casos más
recientes: Notimex y Canal 11, importantes medios de comunicación de nuestro
país.
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