CHÁVEZ GARCÍA, CÓMPLICE DE «LA BUITRONA» EN LA SSEM; AMBOS ENCABEZAN TEMIDA MAFIA UNIFORMADA

• Maribel Cervantes, titular de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), juega el papel de cómplice; se enriquece y solapa todas las irregularidades y abusos de la jefa de la Policía de Tránsito

Por J. MARTÍN PONCE R.

TOLUCA, Méx. Urge limpiar de corrupción y viejas prácticas, entre ellas el abuso de autoridad de la policía de Tránsito en el estado de México y, para ello, es necesario el cese fulminante de la inspectora Yazmin Butrón Cárdenas y del maestro en mañas Sergio Hernando Chávez García, subsecretario de la policía estatal; ambos considerados la Cosa Nostra y origen del cáncer que impera en esa área. “Es necesario limpiar y poner la basura en su lugar”, exige la tropa.

Hartas de la prepotencia y abusos de autoridad, elementos de los diferentes agrupamientos que conforman la Policía de Tránsito del estado de México se sumaron a la exigencia de pedir la cabeza, el cese inmediato de la inspectora Butrón Cárdenas, de quien se afirma, es la «manzana podrida» de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), cuya titular, Maribel Cervantes Guerrero parece ser cómplice al servir de “tapadera” a las tropelías de quienes comandan la Policía de Tránsito.

Nada ha cambiado, todo sigue igual y la corrupción en auge, denunciaron mujeres policías de esta corporación, quienes recordaron que a un año de la cacareada reestructuración de la Policía de Tránsito, ésta se ha convertido en un gigantesco monstruo de mil cabezas, corrupción y escándalos donde altos mandos se han visto involucradas pero también hacen gala de ser “intocables”, quizá porque generan millonarias ganancias a través de las extorsiones a los automovilistas y dinero sucio que corre en esta dependencia.

El gobernador Alfredo del Mazo tampoco ve nada. De seguro también le untan la mano, pero muy caro va a pagar este malestar ciudadano y de la propia policía de tránsito, cuya voz cada día levantan más alto, exhiben de corruptas a sus mandos y demandan justicia y “palo” a Butrón Cárdenas y gavilla que hacen y deshacen al interior de la Policía de Tránsito -conformada solo por mujeres-, el mandatario estatal algo tiene que hacer, de lo contrario, en la próxima elección del 2021, pagará muy caro su complicidad y, seguramente el voto popular se irá a otros partidos y a otros candidatos, pero el PRI estatal prácticamente está muerto y con estas viejas prácticas en la Policía de Tránsito, Del Mazo está perdido.

Las quejosas afirman que el corrupto y arbitrario maestro Sergio Hernando Chávez García, subsecretario de la policía estatal, no ha movido un solo dedo para atacar a fondo la corrupción, por el contrario, quienes conocen del asunto afirman que él, en vez de frenar la corrupción, se ha vuelto especialista en fomentarla. «La Secretaria de Seguridad apesta a suciedad», está visto que el gobernador Alfredo del Mazo Maza no tiene la voluntad de dignificar la institución que en manos de Maribel Cervantes Guerrero y del propio Chávez García se le cae a pedazos la dependencia encargada de garantizar la seguridad y el patrimonio de más de 18 millones de mexiquenses.

LA ESTRUCTURA

La Policía de Tránsito está conformada actualmente por la corrupta directora, Yazmín Butrón Cárdenas; dos coordinadoras: Elsa Franco Hernández y Alda Gisela López Ortiz. Ambas tienen el grado de sub oficial y están adscritas a Toluca y Valle de México, respectivamente.

Bajo el mando de esta dupla corrupta de coordinadoras, dependen doce jefas de Servicios y el mismo número de agrupamientos, ubicados éstos en puntos estratégicos de la entidad, como son Volcanes con sede en Ixtapaluca, encabezado por Dulce Vianey Espinoza Espinoza; El agrupamiento Oriente está bajo las órdenes de Ivonne Noemí Méndez Velásquez; Texcoco, a cargo de Guadalupe Quintana Salinas; Ecatepec, con Shiomara García Aco al frente; Metropolitano tiene como jefa a Juana Elizabeth Aguilar Monzalvo y en Valle Cuautitlán se encuentra de mando Delia Campos Rojas.

En Toluca la sub oficial Franco Hernández, designada en ese cargo el 20 de noviembre de 2019, es la responsable de los siguientes agrupamientos: Jilotepec, donde funge de jefa María Eugenia Cruz Santiago; en Toluca está Judith Pérez Álvarez; Valle de Bravo la jefa es María de los Ángeles Lezama Sánchez; en Ixtapan está al frente Claudia Cruz Arriaga y finalmente Atlacomulco donde la jefa de Servicios es Verónica Tapia Ramos. Todas ellas cuentan con grados, algunos de ellos se afirma fueron regalados.

Con esta infraestructura mafiosa, la inspectora Butrón Cárdenas y sus cómplices han hecho del Estado de México su lámpara maravillosa, se están volviendo millonarias y con ese dinero sucio alimentan, pasan corriente al mañoso maestro Sergio Hernando Chávez García, quien también ha convertido el edificio de cristal en Toluca, en la Cueva de Ali Babá y un chorro de ratas uniformadas, quienes traerán la desgracia político-electoral al gobierno de Alfredo del Mazo Maza, quien se hace guaje repartiendo sus tarjetas de salario rosa. En síntesis, existe una total impunidad al interior de la SSEM.

BIBLIA SIN JESÚS

Pruebas y testimonios hay en gran cantidad para desnudar la escandalosa corrupción que impera en la Policía de Tránsito. Un ejemplo es el Agrupamiento Atlacomulco, cuya jefa de Servicios es Verónica Tapia Ramos. Hay denuncias y pruebas de cómo esta dama se ha hecho de negra fama, por continuar con la vieja práctica de robarse la gasolina que está destinada para el parque vehicular, es decir patrullas. Para nadie es nuevo que mantiene, se enriquece y salpica a sus superiores de la millonada que deja el ejército de policías voladoras, situación de abuso y corrupción que se ha vuelto una de las principales acciones de usos y costumbres al interior de la SSEM.

Tapia Ramos, es otra de las muchas incondicionales de la inspectora Butrón Cárdenas. A la vista de todos se ha venido enriqueciendo a través del cobro de rentas, principalmente la que recibe cada quincena por parte
de la empresa Autotransportes Metropolitanos de Atlacomulco S.A (AMASA), cuyos autobuses, en su mayoría, circulan sin placas y sin documentación alguna, lo que evidentemente es una infracción, pero queda demostrado que con dinero baila el perro y el Reglamento de Tránsito, sólo es una Biblia sin Jesús.

Tapia Ramos tiene prohibido -al personal bajo sus órdenes- infraccionar a los choferes de la citada línea camionera. Además, para nadie es desconocido que muchas bases de taxistas en la zona son igualmente “renteadas” por esta corrupta jefa policiaca quien tiene instrucciones precisas de muy arriba de la SSEM que líder camionero o de taxis que no se alinea o no cumple con la «renta», sufre las consecuencias.

Prueba de ello es lo ocurrido el pasado 11 de marzo en conocida base de taxistas piratas afiliada a la Triple A, que corre a la comunidad San Bartolo Lanzados y cuyo dirigente, se afirma, se atrasó con la «renta». En respuesta la jefa de Servicios Tapia Ramos montó un operativo en coordinación con personal de la Secretaria de Movilidad a cargo del licenciado Francisco Téllez Chimal, quien acompañado de cuatro personas más, verificaron la concesión correspondiente, sin embargo, el operativo resultó fallido: hubo balazos y jaloneos. Testigos aseguran que esta situación estuvo a punto de terminar en tragedia debido a la ambición y mala leche de la jefa Tapia Ramos.

El enfrentamiento estuvo a punto de que la sangre llegara al río. Pero todo quedó en fuertes jaloneos entre las policías de tránsito Araceli Flores González, Maria Isabel Linares Rueda y Estefany Moreno González, quienes se confrontaron con Diego de La Cruz Antonio, tripulante de un taxi de la marca Nissan, tipo Tsuru, blanco, placas de circulación MMK3784. En ese pleito también intervino un particular identificado como José Amado Casiano.

SACARON ARMAS

Fue tan tensa la situación que la policía de tránsito Estefany Moreno González, jefa de turno del Agrupamiento Atlacomulco, desenfundó su arma de cargo, una pistola Glock, calibre 9 milímetros y se le escapó un tiro cuando dichos individuos trataron de desarmarla para evitar una tragedia, lo anterior ocurrió en la avenida Manuel del Mazo, en pleno centro del municipio, cuando a esas horas las calles están muy transitadas.

La trifulca parecía salirse de control. Más de treinta taxistas apoyaban a sus compañeros. Por otra parte llegaron decenas de policías de diferentes agrupamientos, quienes lograron detener a Diego de La Cruz Antonio, de 30 años y a José Amado Casiano, de 45. Ambos fueron puestos a disposición del agente del ministerio público quien levantó la carpeta de investigación: ORO/ATL/ATA/014/072216/20/03 y NIC: ATL/ATA/01/MPI/604/00763/20/03 por el delito de resistencia.

LE DIERON “TOQUES”
A LA BUITRONA

Tal fue el escandalo callejero y el abuso de autoridad, que cientos de ciudadanos se percataron de los hechos. Testigos afirman que más tarde la inspectora Yazmin Butrón Cárdenas -con el Jesús en la boca-, nerviosa y mal humorada, acudió a la Fiscalía Regional de Atlacomulco donde sus elementos rendían su declaración argumentando lo que dice el libro de la corrupción.

Declararon que los detenidos y una turba de taxistas se opusieron a que el personal de Movilidad y Tránsito realizara sus funciones, incluso, para salir bien libradas del conflicto argumentaron que los taxistas las golpearon y robaron, pero finalmente se supo que el origen de esa «operativo» fue que su dirigente se atrasó con la «renta» que entrega a la comandante Tapia Ramos, de ahí el «operativo» que los taxistas aprovecharon la ocasión para denunciar el abuso de autoridad y corrupción al interior de la Policía de Tránsito.

MÁS VALE
AQUÍ CORRIÓ…

Hay pruebas, incluso videos, de cómo el personal de Movilidad encabezado por el licenciado Francisco Téllez Chimal, al ver que la trifulca crecía, optó por desaparecer del lugar. Dicen quienes lo vieron que el funcionario casi se orina del susto.

Casos como este son pan de todos los días y se registran en importantes municipios, donde el abuso de autoridad es la carta de presentación de las jefas de Servicios como Ivonne Noemí Méndez Velásquez, Juana Elizabeth Aguilar Monzalvo y Dulce Vianey Espinosa Espinoza, de los Agrupamientos Oriente, Metropolitano y Volcanes, respectivamente. Sin embargo, estas historias se darán a conocer en próxima entrega.

Por todo este ambiente nauseabundo de corrupción que deja mal parado al gobernador Alfredo del Mazo, gran cantidad de elementos que integran la Policía de Tránsito en Agrupamientos como Toluca, Valle de México y Volcanes, exigen el cese fulminante de la inspectora Butrón Cárdenas, a quien se le identifica con el apodo de la «Buitrona», de quien se sabe tiene una muy buena «renta» del Sindicato Libertad de Trabajadores de México, cuyo líder es Hugo Bello Valenzo, quien recientemente fue detenido y puesto a disposición de un juez de control en el penal de Barrientos, aunque días más tarde recobró su libertad. Tal es la magnitud de este escándalo de corrupción que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) bloqueó las cuentas bancarias de dicho individuo a quien se le atribuyen homicidios, secuestros, despojos y extorsiones.

Si este asunto se maneja como lo ordena la Justicia y la Ley, Cárdenas Butrón tendrá muchas cosas que explicar. Aunque de todo ello están enterados sus superiores, hay la posibilidad de que ruede su “cabeza” por esta larga cadena de corrupción y abuso de autoridad.

Queda claro por qué razón el 24 de febrero pasado, la que fuera jefa de turno B, Ivonne Varela Sigüenza reunió a su personal en el Agrupamiento Volcanes y en tono amenazante advirtió que por órdenes de «allá arriba» estaba prohibido meterse con los transportistas afiliados al Sindicato Libertad, «quien lo haga será bajo su propia responsabilidad», mencionó.
En aquel entonces la jefa de Servicios era nada menos que la policía Keyla Judá Rojas Rodríguez, cuyo amante de apellido Altuzar aún «trabaja» con el Sindicato Libertad.

Finalmente cabe subrayar que ese temible grupo criminal aglutina pipas de agua, gas, combis del transporte público y otros que son alineados por medio de la violencia al estilo de los mafiosos del viejo Chicago; inclusive muchos transportistas han denunciado que sus unidades han sido incendiadas como medio de intimidación.