Los ayuntamientos deben participar en la campaña contra la mala alimentación, y una de sus principales aportaciones sería no encubrir a vendedores ambulantes de comida chatarra o las pequeñas tiendas escolares donde expenden este tipo de productos, los cuales además de ser de pésima calidad, son riesgosos por falta de higiene o por sus contenidos químicos (gluten, espartame, plomo y exceso de conservadores, así como sabor y color artificial).Tras destacar lo anterior, el diputado Juan Hugo de la Rosa García, presidente de la comisión de Salud, de la 57 legislatura del estado de México, consideró que aún son insuficientes las medidas adoptadas a nivel institucional para combatir este mal social y nutricional al que están sometidos los niños.
En opinión del representante popular, es necesario ampliar la ley a sanciones, porque esta normatividad además de incumplida está lejos de lograr su objetivo, debido a la indiferencia de autoridades municipales para hacerla cumplir, y a la falta de atención de padres de familia en cuanto a lo que consumen sus hijos en horas de clase.
De a cuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 52.2 millones de mexicanos tienen problema de obesidad, cifras que se han incrementado desde 1999. El reporte de la encuesta indica que el problema afecta a todas las entidades del país –ninguna tiene una tasa de sobrepeso menos al 55 por ciento- y afecta a todos los grupos de edad.
Las entidades más afectadas, detalla, son Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Durango, Distrito Federal, Estado de México, Quintana Roo, Sonora, Tabasco y Yucatán.
“El aumento en la prevalencia de obesidad en los últimos siete años en México es alarmante, ya que ocurre en todos los grupos de edad”, indica el documento
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