sábado, 6 de agosto de 2011

EL BULLYNG´´¨SE SALE DE CONTROL

MÉXICO, D.F., agosto 6 .- Casi el 63% de los casos de “bullying” en México se intenta resolver con cartas compromiso entre alumnos y maestros, que no garantizan que el niño agresor cambie de actitud.

Según datos del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados, 62.9% de los casos de violencia escolar se resuelven —en apariencia— con una carta compromiso y en otro 37% llaman a la madre de familia.
En sólo 8% de las situaciones los directivos de las escuelas optan por el diálogo con los alumnos hasta llegar a que éstos se comprometan a cambiar, de esas pláticas, 36% de los casos resultan en una amenaza de suspensión al agresor, y 27% concluye que el problema es el ambiente familiar o social que vive el menor fuera de la escuela.
En los últimos años, la tendencia del “bullying” ha cambiado, primero la violencia se generaba entre hombres, después entre mujeres, pasó de lo verbal a lo físico y hoy son las actitudes que refieren a la homosexualidad lo que desata la agresión.
Con base en datos de la Secretaría de Educación Pública y de la UNICEF, la agresión a los niños inicia con burlas.
“Los niños son molestados cuando no cumplen con características del tipo masculino, situación similar sucede con las niñas, a aquellas que no cumplen con los cánones femeninos y a quienes se les dice que se comportan como hombres.
“Se burlan de las niñas haciéndoles bromas pesadas sobre su físico, poniéndoles apodos y burlándose cuando ellas se equivocan al hablar o exponer en una clase, lo que les representa un problema real de autoestima”.
El análisis detalla que entre los varones, las agresiones son físicas, pues de esa manera intentan afirmar su identidad masculina y ganar respeto.
“El acoso escolar se ejerce mediante apodos, insultos, amenazas, rumores, frases racistas o sexistas, exclusión, bromas pesadas e insultantes, entre otros.
Las agresiones, al ser verbales resultan difíciles de identificar, pues son casi “invisibles” ante los profesores, lo que al paso del tiempo fortalece a los agresores y debilita al agredido”.
El estudio concluye con la necesidad de impulsar políticas que permitan a los profesores e formar alumnos en una cultura de respeto y armonía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario