lunes, 5 de diciembre de 2011

Historias de vida: En la banqueta vivo bien; no siento tanto frío

Para miles de indigentes del estado de México, la Navidad significa la peor época del año, al ser la temporada en la que pasarán más frío y serán "acosados" por las autoridades para que accedan a pasar la noche en los albergues muncipales

Desde hace algunos años pide limosna a las afueras de las estaciones de la Línea B del Metro, dependiendo hasta donde le permita el cansancio y el ‘activo’ que trae en las manos, algo inseparable para el. Su nombre se quedó en el olvido, ahora, asegura que todos los que le conocen le dicen “El Abuelo”. Su mirada, sólo refleja tristeza.
Para miles de indigentes del estado de México, la Navidad significa la peor época del año. Una temporada en la que pasarán frío y, para ellos, serán constantemente “acosados” por las autoridades para que accedan a pasar la noche en los albergues que durante esta temporada, se instalan en municipios como Nezahualcóyotl, Ecatepec y Tlalnepantla, entre otros.
“Yo nunca he ido, pero me han contado que los tratan mal, que hasta les pegan, por eso mejor aquí, en la banqueta estamos bien. No se siente tanto frío como la gente piensa, además después de un rato se te olvida”, aseguró “El Abuelo”, que noche a noche, busca un lugar donde dormir cerca de la estación Nezahualcóyotl.
“El abuelo”, está consciente de que las personas que caminan por la calle muchas veces terminarán empujándolo, e incluso, ofendiéndolo, sin embargo, “el hambre es canija y algo se puede sacar para comer”, asegura con sarcasmo, mientras señala que prefiere no pensar en como en esta temporada,la gente recorre las tiendas adquiriendo regalos, o pasando un rato agradable con la familia.
Pero en realidad, es la necesidad del pegamento es la principal causa que los obliga a no asistir a un centro de asistencia e incluso, la desconfianza, pues muchos de ellos, prefieren seguir durmiendo en la calle y soportar el frío, que durante esta  temporada, puede llegar a los  cero grados centígrados.
Debido a esto, el abuelo asegura que en estas fiestas navideñas, la gente se compadece y le han llegado a dar “hasta un billete de 50 pesos”, pues entre los recuerdos que aún conserva intactos en su mente, comienza a divagar en que la Navidad no son regalos ni fiesta, “lo importante es el nacimiento del Niñito Jesús, hecho que pocos recuerdan”.

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