La Paz Edoméx.- Viajar de un municipio conurbado del Estado de México al Distrito Federal en transporte público requiere de una inversión, en promedio, de dos horas de viaje y hasta 40 por ciento del salario mensual percibido.
Todos los días se generan alrededor de 22 millones de viajes según la Encuesta Origen-Destino 2007 en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMVM), que realiza el Gobierno del DF, de los cuales, 25 por ciento se generan en el Estado de México.
A pesar del alto costo que tiene el uso del transporte metropolitano entre esas dos entidades, los trayectos son lentos, incómodos y principalmente propensos a la violencia.
De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) del Estado de México, desde septiembre de 2011 se han registrado más de cuatro mil 500 asaltos en unidades de transporte público.
La inseguridad se concentra en diez rutas que recorren vialidades metropolitanas como calzada Ignacio Zaragoza y Periférico Norte; así como tramos urbanos de las autopistas México-Puebla, México-Pirámides y México-Querétaro.
Bajo este panorama, el trayecto hasta uno de los Centro de Transferencia Modal (Cetram) en el DF no sólo es costoso y requiere de un desembolso de entre siete y diez pesos, incluso 30 en rutas exprés, además de estar propenso a sufrir un robo.
Expertos en movilidad reconocen que el mayor reto de los gobiernos mexiquense y capitalino tiene que ver con el ordenamiento y transformación de las rutas de transporte masivo.
“El desfase en la Zona Metropolitana en materia de transporte es histórico. Es muy significativo, mientras en el DF hace 20 años ya contaba con una red de 200 kilómetros de transporte masivo, en el Estado de México no se había hecho nada”, dijo Adriana Lobo, directora del Centro de Transporte Sustentable EMBARQ México (CTS).
El desorden, los enfrentamientos y la falta de una regulación eficiente del transporte metropolitano han derivado en la proliferación de rutas irregulares, el surgimiento de nuevos medios de transporte informales y enfrentamientos entre los grupos operadores por la explotación de los corredores.
De acuerdo con la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi) del Gobierno del DF, alrededor de 86 empresas de transporte mexiquenses ingresan a algunos de los Cetram de la ciudad.
Estos empresarios mantienen subdivididas las regiones que abarcan los 59 municipios que conforman la ZMVM en Valle Cuautitlán, Región Texcoco, Región Ecatepec y Región Oriente.
Estas empresas mexiquenses operan 79 rutas metropolitanas que hacen base en los principales concentradores de viajes, como los paraderos de Pantitlán, Cuatro Caminos, Indios Verdes, Tacubaya y las estaciones Chapultepec y San Lázaro de la Línea 1 del Metro.
Sin embargo, ni las autoridades mexiquenses ni las capitalinas tienen certeza sobre el número total de rutas que ingresan con pasajeros desde alguna de las principales regiones generadoras de viajes.
Lobo consideró que la falta de regulación, y las políticas actuales que privilegian al llamado hombre-camión, han derivado en el surgimiento de rutas que operan fuera de la legalidad.
Dijo que el fortalecimiento de las medidas para garantizar la seguridad y la calidad del servicio es urgente, así como integrar a los actuales operadores en los procesos de transformación necesarios para alcanzar esos objetivos.
“Como el crecimiento del transporte en el Estado de México ha sido más anárquico, incluso que en el DF, siempre ha habido más grupos y más conflictos con violencia. Esto ocurre porque el proceso de crecimiento ha sido históricamente más informal”, indicó la directora del CTS.
Lobo agregó que la consolidación de una reforma del transporte metropolitano del Estado de México se complica por las diferencias y enfrentamientos entre los grupos que lo operan actualmente.
“Hay una gran necesidad de cambio pero hay muchos grupos en conflicto en el estado, el reto para abordar el tema es evitar que puedan surgir conflictos sociales importantes”, señaló la especialista en transporte.
Conflictos sociales que afectan la movilidad de millones de personas, como los bloqueos que realizaron miles de transportistas en 2006, cuando cerraron vialidades como Periférico Oriente, Vía Morelos, Bordo de Xochiaca, Mario Colín o la Avenida Central por la invasión de rutas.
En septiembre pasado ocurrió la muerte de dos personas durante un enfrentamiento entre miembros de la organización Antorcha Popular y de la Unión de Mototaxistas, Bicitaxis y Transportes de Chicoloapan, por el dominio de rutas de transporte.
Los hechos desataron los días siguientes la difusión de rumores sobre la presencia de grupos armados en los municipios de Nezahualcóyotl, Chimalhuacán y Los Reyes La Paz; así como en algunas zonas de la delegación Iztapalapa en el DF.
Un tercer caso derivó en otra víctima mortal, que ocurrió en el marco de estos enfrentamientos, con el asesinato de Ruth Uribe, líder transportista en el Edomex e hija de Guadalupe Uribe, dirigente de la Confederación Nacional de Transportistas de la República Mexicana.
Hasta el momento se desconocen las causas que motivaron el asesinato de la lideresa, y la Procuraduría General de Justicia del Estado de México detuvo e ingresó al penal de Barrientos a Óscar Rodolfo Mendoza Aparicio, ex regidor del municipio de Atizapán de Zaragoza.
Al sospechoso se le relaciona con la familia de Uribe, y es señalado como el presunto autor intelectual del homicidio.
“Es muy complicado porque son muchos municipios y el territorio es complejo. Está la Zona Metropolitana pero tienes también Toluca y Atlacomulco. El reto en la entidad es muy sustantivo y es el mayor de este tipo en el país”, advirtió Lobo.
La disputa llega a Tláhuac
La proximidad de la apertura de la Línea 12 del Metro ha desatado la disputa y defensa de
rutas en la zona de Tláhuac.
rutas en la zona de Tláhuac.
Transportistas integrantes de la organización Rutas Unidas denunciaron, a través de una manifestación, su preocupación por el ingreso de ramales del Estado de México al Centro de Transferencia Modal (Cetram) de Tláhuac, aún en construcción.
José Antonio Sánchez, líder de esta organización, denunció la falta de apoyo de las autoridades capitalinas para que se defiendan los puestos de trabajo de más de dos mil personas.
Señaló que no existe una paridad entre la cantidad de rutas mexiquenses con trayectos metropolitanos que ingresan al DF, y las capitalinas que tienen destino en alguno de los municipios mexiquenses.
“Estamos tres a uno de las unidades que entran del Estado de México al DF y en correspondencia con lo que sale del DF. Pero lo más importante, que dos de esas tres rutas son de unidades piratas”, detalló el líder transportista.
Sánchez explicó que con la apertura de la Línea 12 del Metro y del Cetram en Tláhuac, se analiza la posibilidad de crecer los ramales de las rutas metropolitanas del Estado de México para que lleguen hasta ese punto.
“Hay muchas más rutas que no están con nosotros y que también se van a ver afectadas. Es un asunto que es verdaderamente delicado y que no creemos que sea justo, porque hemos hecho mucho esfuerzo para cambiar nuestro parque vehicular”, dijo el representante de Rutas Unidas.
La Secretaría de Transportes y Vialidad del Distrito Federal (Setravi) estableció una serie de mesas de negociación con los representantes de las 108 rutas que operan en la zona de Tláhuac, y que van a ser modificadas con la inauguración de la Línea Dorada.
Plaga
Otro problema que crece en la Zona Metropolitana:
- En los últimos años han proliferado sitios y rutas de bicitaxis, que realizan viajes entre el Distrito Federal y el Estado de México.
- La desorganización e informalidad de las rutas de microbuses y autobuses ha fomentado el surgimiento de este servicio.
- El Centro de Transporte Sustentable EMBARQ México (CTS) considera que este tipo de servicios irregulares responde a la falta de un medio de transportación masiva efectivo.
- La baja densidad poblacional y la lejanía de las colonias conurbadas con los centros de trabajo limita la formación de rutas, ya que su operación es muy costosa.
- El CTS considera que el surgimiento de servicios de bicitaxis responde a un problema histórico que afecta a la movilidad del Estado de México relativo a la inexistencia de transportes como el Metro y Metrobús
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