La tradición de las piñatas es una de las más bellas, divertidas y ancestrales en nuestro país, las ventas de este producto en los mercados y centros de abasto del Estado de México incrementan y se diversifican, ya que incluso las piñatas constituyen un legado del país para el mundo.
El uso de la piñata se ha popularizado, actualmente los artesanos y realizadores de piñatas utilizan para navidad no sólo la tradicional estrella de siete o cinco picos, sino también flor de nochesbuena, renos, burritos, casas y hasta Santa Claus.
De acuerdo a la historia, el antecedente más antiguo acerca de la piñata en México es en el ex Convento de San Agustín en Acolman, Estado de México, donde hace más de 400 años la primera piñata vio la luz tal y como se le conoce en la actualidad, aunque el tiempo se ha encargado de dar variantes a esta colorida y alegre tradición
Esteban Vieyra, comerciante en el Mercado 16 de Septiembre de esta ciudad, comentó que la piñata para la temporada navideña también ha variado, "pues ahora los que realizan las piñatas también le ponen más imaginación, más vistosas, para que haya diversidad para todos los gustos", comentó.
En la actualidad la elaboración de piñatas en México consiste en pegar papel periódico alrededor de la olla y construir el modelo deseado, ya sea con cartoncillo o papel aglutinado, usando engrudo. Luego se cubre el armazón con papel china enroscado, papel ilustre o crepé; largas tiras de multicolor cuelgan frecuentemente de los extremos de la figura para darle todavía mayor lucimiento. A veces se usa la olla directamente, pintándole una cara, una fruta o cualquier objeto que se adapte a la figura redonda.
La piñata se llena con colación, dulces, cacahuates y frutas de la estación: naranjas, limas, mandarinas, tejocotes, jícamas, cañas y otras. Se elige un lugar apropiado para romperla, de preferencia un jardín o un patio, se amarra con una soga fuerte y se cuelga de manera que pueda ser fácilmente subida y bajada
Durante la época decembrina aún se escucha durante las posadas el tradicional canto "Dale, dale, dale, no pierdas el tino, porque si lo pierdes, pierdes el camino", mismo que cantan los que acuden a romper la piñata.
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