jueves, 20 de diciembre de 2012

Soborna Walmart a DF y Edomex: NYT

Hacen tiendas en Teotihuacan y en la Gustavo A. Madero sin tener permisos. Revela investigación pago a Alcalde por 114 mil dólares para validar las licencias.

Por THE NEW YORK TIMES / DAVID BARSTOW Y ALEJANDRA XANIC VON BERTRAD / MÉXICO
       


Por medio de sobornos, Walmart logró conseguir los permisos para construir una tienda en Teotihuacan, Estado de México, otra en la Delegación Gustavo A. Madero, del DF y un centro de distribución refrigerado en el norte de la ciudad, revela una investigación del New York Times.
A través de documentos confidenciales de la cadena de tiendas departamentales, que el diario estadounidense cotejó, se revelaron sobornos específicos para conseguir los permisos para cada sitio, como licencias de construcción, dictámenes ambientales, de impacto urbano y vial.
En Teotihuacan, Walmart erigió en 2004 una tienda en un predio ubicado a kilómetro y medio de las pirámides, pero antes de iniciar la obra un obstáculo se interponía en el camino.
Tras años de estudios, la Alcaldía acababa de aprobar en 2003 un mapa de zonificación para limitar el crecimiento cerca de las pirámides, el cual prohibía el desarrollo comercial.
Pero a una distancia de casi 50 kilómetros en la Ciudad de México, en la sede de Walmart de México, los ejecutivos no querían verse frustrados por una decisión de zonificación poco favorable. En lugar de ello, muestran registros y entrevistas, decidieron deshacer el daño con un soborno bien colocado de 52 mil dólares.
El plan era sencillo. El mapa de zonificación no se convertiría en ley hasta que fuera publicado en un periódico del Gobierno. Así que Walmart de México hizo un arreglo para sobornar a un funcionario para cambiar el mapa antes de que fuera enviado al rotativo, muestran registros y entrevistas. Como era de esperarse, cuando el mapa fue publicado, la zonificación para el campo de Pineda había sido modificada para permitir la tienda de Walmart.

Problema resuelto

Walmart de México comenzó la obra a mediados de 2004, lo cual provocó una férrea oposición de la comunidad. Huelgas de hambre y plantones acapararon los medios noticiosos de México, pero la historia del mapa alterado seguía siendo un secreto. La tienda abrió para la Navidad de 2004.
El secreto se mantuvo aún después de que un ex abogado de Walmart contactó a ejecutivos de la empresa en Bentonville, Arkansas, y les dijo cómo se recurría como rutina al soborno, citando el mapa alterado.
Dicho relato provocó una investigación interna.
Pero los líderes de Walmart cerraron la investigación en 2006, aun cuando sus investigadores habían encontrado una abundancia de evidencia de corrupción.
The Times siguió la investigación interna donde Walmart se detuvo, y recopiló decenas de miles de documentos relacionados con los permisos, incluyendo 15 horas de entrevistas con el ex abogado, Sergio Cicero Zapata.
A través de documentos confidenciales de Walmart, The Times identificó 19 sitios de tiendas en todo México que eran el blanco de los sobornos, entre ellas un Sam’s Club cerca de la Basílica de Guadalupe y un centro de distribución refrigerado al norte de la Ciudad de México.
Pero el mejor ejemplo es el de Teotihuacan, donde ejecutivos de Walmart aprobaron al menos cuatro pagos (más de 200 mil dólares en total) para construir un supermercado.

El abogado y el Cabildo

Sergio Cicero Zapata, ex abogado de Walmart, recordó cómo el predio que se ubicó para construir una tienda Aurrera en Teotihuacan destacó al tiempo que los ejecutivos de la compañía examinaban las imágenes aéreas de la zona.
De concretar el proyecto en la entrada principal del poblado, podrían crear un cuello de botella que colocaría al pueblo fuera del alcance de los competidores.
También había espacio para agregar otros tipos de tiendas Walmart más adelante. “Estaríamos cerrando las puertas en todo el pueblo”, aseveró.
La orden para publicar el nuevo plan de zonificación de Teotihuacan fue recibida por el Periódico Oficial del Gobierno el 11 de septiembre de 2003. El siguiente día, muestran registros internos de Walmart de México, Cicero autorizó cinco pagos de sobornos por un total de 221 mil dólares.
De acuerdo con registros internos, fueron para obtener cambios de zonificación para construir cinco supermercados. Uno de los pagos, por 52 mil dólares, era para la Bodega Aurrera en Teotihuacan, dijo Cicero en entrevista.
En sí, los funcionarios de Walmart no pagaron los sobornos, los pagos fueron realizados por abogados externos,“coyotes” de confianza enviados por Cicero para entregar los sobres de dinero sin dejar rastro de su existencia.
Las políticas de Walmart señalaban que se les confiarían a los “coyotes” hasta 280 mil dólares para “agilizar” un permiso. Para algunos trámites, se dejaba a criterio de los gestores determinar quién sobornar.
Aún con la zonificación correcta, Walmart necesitaba una docena de permisos distintos para iniciar, el primero era un certificado de zonificación, que verificaba que la zonificación de un terreno fuera consistente con el desarrollo propuesto.
El Cabildo de Teotihuacan acababa de concluir su junta regular, el 11 de junio de 2004, cuando el alcalde, Guillermo Rodríguez, hizo una petición inusual a los regidores: que se quedaran y se reunieran en privado con gente de Walmart.
Se giraron instrucciones de apagar la videocámara utilizada para grabar las reuniones públicas, pero el operador de la cámara hizo caso omiso y siguió grabando.
“Ellos les van a explicar lo que quieren hacer aquí”, les dijo el Alcalde a sus colegas.
Walmart necesitaba una licencia de construcción de la Alcaldía, que eran emitidas por Hugo Hernández, director de Desarrollo Urbano del Municipio, quien se había negado a otorgarla porque la empresa carecía de varias aprobaciones, por ejemplo, un permiso ambiental.
Rodríguez, en privado, le explicó a los regidores por qué era esencial actuar con rapidez y flexibilidad para ayudarle a Walmart: “Nos dicen que si no resuelven esto rápidamente, se irán”.
Walmart, reveló él, había planteado la posibilidad de un donativo. “Ellos me preguntaron, ‘¿qué nos vas a pedir?’ Les contesté, ‘paguen sus impuestos, lleguen a un acuerdo, ayuden a la comunidad’”.
Después, Rodríguez convocó al equipo de Walmart, encabezado por Jorge Reséndiz, uno de los subalternos de Cicero, quien fue al grano. A cambio de llevar empleos y precios bajos a Teotihuacan, Walmart deseaba algo extraordinario: que los regidores le permitieran a la compañía iniciar la construcción aunque no contara con todos los permisos.
El Alcalde le garantizó a Reséndiz que el Cabildo daría su aprobación la semana siguiente.
De acuerdo con Cicero, el entusiasmo de Rodríguez no tenía nada de accidental. Walmart lo sobornó para asegurar su apoyo y el de sus aliados en el Cabildo; decisión que recibió la bendición de los líderes de Walmart de México.
“No recibí dinero de Walmart”, insistió Rodríguez, durante dos extensas entrevistas con The New York Times.
Sin embargo, batalló para explicar por qué comenzó a gastar decenas de miles de dólares en junio de 2004, gasto que está descrito en reportes de divulgación financiera que el mismo Rodríguez preparó bajo juramento.
Los informes, obtenidos por The Times, arrojan que gastó 30 mil 300 dólares para iniciar la construcción de un rancho en lo alto de una colina con vista a las pirámides, y otros mil 800 dólares para adquirir una pickup Dodge usada.
Como alcalde, Rodríguez recibía un sueldo de 47 mil dólares anuales y su esposa otros 23 mil dólares trabajando para el Municipio. Los gastos que hizo en junio equivalían a casi todos los ingresos de la pareja en el primer semestre de 2004.
Seis meses después, Rodríguez juró en sus reportes que, al 31 de diciembre de 2004, no tenía dinero ahorrado; sin embargo, el 1° de enero de 2005, él y su esposa desembolsaron 47 mil 700 dólares en efectivo para realizar mejoras a su rancho, según informes.
Antes de convertirse en alcalde, Rodríguez había sido el contralor municipal, responsable de asegurarse de que los funcionarios municipales completaran sus reportes de divulgación financiera de manera correcta.
Sin embargo, en las entrevistas, aseveró que las cantidades que él reportó eran “errores”.
No obstante, no debatió el patrón general de los gastos. De junio de 2004 a junio de 2005, admitió que había gastado“aproximadamente” 114 mil dólares para construir y amueblar su rancho, todo en efectivo.
Los investigadores de Walmart le preguntaron a Cicero cuánto había pagado para sobornar al Alcalde. Unos 114 mil dólares, respondió él.
Los regidores de Teotihuacan se volvieron a reunir el 18 de junio de 2004, una semana después de que Rodríguez los presentó con Walmart. El punto 7 en la agenda era el caso Walmart.
Fue la primera y única vez que el tema fue ventilado en público. Los regidores dedicaron 15 minutos a discutir uno de los proyectos de construcción más grandes en la historia moderna del municipio.
Rodríguez anunció que tenían que emitir una “opinión favorable o desfavorable”, cuando un regidor señaló que Walmart ni siquiera había entregado una petición formal por escrito, el Alcalde reviró:“Ese es un detalle que omitimos”.
Después, el 2 de octubre, se reportó que Arturo Montiel, el gobernador, buscaba otra ubicación que “sea mejor para todos”.
Con un avance de más del 50% en la obra, Walmart no pensaba complacerlo, apresuró la construcción y montó una ofensiva de relaciones públicas.
Los ejecutivos argumentaron que habían cumplido todos los requisitos legales: la zonificación estaba en regla, según el Periódico Oficial del Gobierno.
Pocos días después del anuncio de Montiel, su adjunto principal declaró que no había manera de frenar a Walmart.

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