martes, 7 de marzo de 2017

GRUAS CASTILLO, SIGUE CON EXTORSIONES Y CARGOS INEXISTENTES

            La Paz,Edoméx.- En auténtico nido de asaltantes se ha convertido el “corralón” denominado “Grúas Castillo”, ya que los automovilistas que caen en sus garras son objeto de extorsiones, cobros desmesurados y cargos inexistentes, todo ello sin que las autoridades de la Secretaría de Movilidad hagan revisiones exhaustivas para obligar a los propietarios a respetar los tabuladores oficiales.
 
            Lo anterior quedó demostrado este martes, cuando varios conductores intentaron recuperar los vehículos que por diversas razones fueron a “caer” al depósito mencionado. Ahí, el dueño del mismo, un sujeto de nombre Arturo Castillo, ordenó a sus “calambres” (ayudantes externos) “sondear” a los automovilistas y exigirles cantidades exorbitantes por la “liberación” de las unidades.
 
            Así, el propietario del vehículo Nissan Centra 2010, placas MXP-3114 del Edomex, tuvo que escuchar atónito cómo su cuenta “subió” a 5,250 pesos por el cobro de dos arrastres de 1,250 pesos cada uno, el “banderazo” de 450, el “servicio” prestado en domingo, la distancia de 10 kilómetros y el “nuevo precio” de la gasolina. El automóvil fue detenido el domingo a las 2 de la mañana, y por lo mismo sólo debía cobrarse un “arrastre”, pero los dueños de Grúas Castillo afirmaron que para el traslado hubo que emplear las grúas “grandes”, es decir, las que cargan tráileres y vehículos Torton. Al menos esa fue la explicación a la víctima. Asimismo, añadieron que el carro fue detenido porque su manejador conducía en estado “etílico”, y eso reclamaba tarifa “extra”.
 
            En otro caso, una mujer menudita contó al reportero que su Estaquitas Nissan, modelo 1989, matrícula 543-ZBN, fue confiscado porque su madre no traía tarjeta de circulación. Este martes, en el “corralón”, la tarifa que le impusieron fue de 3,500 pesos por dos “arrastres”, “banderazo” de grúas y “liberación de unidades” (sic), lo que consideraba injusto porque el carro sólo permaneció dos días en el depósito mencionado.
 
            En un tercer asunto, una maestra de kínder narró que los empleados de este depósito y el ubicado en San Juan Tlalpizáhuac la trajeron “para allá y para acá”, sin informarle en cuál de ellos se encontraba su automóvil. Finalmente se “apiadaron” de ella y le dijeron que sí, que su Focus estaba en Grúas Castillo, pero no podían liberarlo en domingo por ser día de descanso. Si quería recibo, tendría que desembolsar 3 mil pesos más IVA. Además, si llevaba prisa tendría que “costear” la liberación del auto, que “lamentablemente” se encontraba en medio de otros tres carros que obstruían su movimiento. Total, un auténtico “bandidaje”, que opera con la complacencia de las autoridades.
 
            Cabe destacar que, de acuerdo con los tabuladores oficiales –a los cuales no tiene acceso el público agraviado-, señalan que existen tres tipos de grúas (A, B y C), las cuales laboran según tonelaje y distancia. La de menor cobro es la A, que transporta automóviles particulares y su tarifa no es mayor a 300 pesos. Según la tabla, el “derecho de piso” es de 30 pesos diarios, pero el precio se eleva “a las nubes” una vez que la unidad traspasa la puerta de acceso, según pudo comprobarse ayer martes.
 
            Por último, cabe señalar que el Derby blanco, placas MMC-5978, que finalmente fue “liberado” el día de ayer, sufrió severos embates, ya que al salir del depósito arrastraba las facias delantera y trasera. Consultado sobre dicho fenómeno, el dueño sólo alcanzó a comentar que al menos no le quitaron el motor ni la vestidura.

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