
La víctima mortal, de quien se desconoce su identidad, yacía
tirada boca arriba, de conflexión robusta, cabello con tinte rubio, y vestía
chamarra café y blusa roja a cuadros, sin ropa interior y pantalones.
Su piel era de tez clara, pero aún no está identificada.
Prácticamente
desnuda y desollada de la cara.
Al sitio del crimen acudieron elementos de Protección Civil
de Chinconcuac, así como policías locales, para acordonar la escena y, una vez
que arribó el Ministerio Público, recopiló las evidencias del homicidio, para
luego ordenar el levantamiento del cadáver de la mujer.
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