sábado, 4 de octubre de 2014

PEÑA NIETO, CREA BATALLÓN ASESINO


Las huellas de la masacre en Tlatlaya. Foto: Agencia MVTEl 102 Batallón de Infantería hermoseado por el actual presidente de la república, se estableció en 2010 en terrenos donados por Enrique Peña Nieto  entonces gobernador del Estado de México;  y este año el comandante supremo de las Fuerzas Armadas lo incorporó al Operativo “Seguridad Mexiquense” para combatir el narcotráfico; no obstante que desde 2011 miembros del mismo batallón  fueron procesados, por delincuencia organizada y aceptaron haber recibido dinero de un capo a cambio de información sobre los movimientos castrenses que se planeaban.


Guillermo Galván Galvan entonces secretario de la defensa nacional, en Mayo de 2010 aseguraría que la dependencia a su cargo decidió instalar allí la base militar porque la zona es "el corredor natural que utiliza el narcotráfico para conectarse con otras regiones y estados", como Guerrero y Michoacán.

Con antecedentes de ejecuciones extrajudiciales, el 102 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano, al que pertenecen los milicianos acusados a principios de este año, de asesinato en Tlatlaya;  el comandante supremo de las Fuerzas Armadas los integró al conocido operativo con el supuesto objetivo de disminuir la presencia de la delincuencia organizada en el sur del Estado de México.

Instalado con esa misión expresa, el 102 Batallón de Infantería ya se había visto involucrado en otros asesinatos de civiles. Al menos una docena de elementos están siendo procesados por ejecuciones extrajudiciales de presuntos integrantes o protectores de la delincuencia organizada.

Medio año antes de la masacre en Tlatlaya, miembros de ese mismo batallón asesinaron  al director de tránsito, el subdirector de tránsito y dos empleados de la dirección de cultura del municipio de Arcelia Guerrero, en la frontera con el municipio mexiquense. En esa ocasión los castrenses anunciaron haber reconocido a  cuatro sujetos armados.

En ese entonces  Taurino Vázquez Vázquez, presidente municipal de Arcelia, Guerrero aseguró que los empleados municipales pertenecían al Club de Cazadores Jaguar, los cuales esa fatidica noche, salieron a cazar, e indicaría  que las armas que traían los funcionarios estaban registradas ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por lo que dijo desconocer la razón por la que presuntamente fueron atacados por elementos del Ejército.

La versión oficial se presentó inicialmente también como un “enfrentamiento”, pero “brinco” el antecedente que el 6 de diciembre de 2013 los milicos también asesinaron en el poblado de Palos Altos, Arcelia, a Mario Urióstegui Pérez, director de Tránsito Municipal del ayuntamiento e identificado como suegro de Johnny Hurtado Olascoaga, El Mojarro, líder del grupo delictivo La Familia en la región norte de Guerrero y sur del Edomex.

Esto ocurrió luego de que organizaciones de derechos humanos exigieran una investigación de los hechos de Tlatlaya, donde el 30 de junio el Ejército reportó originalmente que se había registrado un enfrentamiento con personas armadas.

Sin embargo, versiones de prensa cuestionaron la información y apuntaron a que las 22 muertes fueron producto de ejecuciones.

Este año entró en vigor en México una reforma al Código de Justicia Militar, según la cual los soldados o marinos que cometan delitos contra ciudadanos serán juzgados por tribunales civiles, no por instancias castrenses, como ocurría antes.

Los cambios fueron una exigencia de organismos internacionales de derechos humanos, bajo el argumento de que limitar el fuero militar es necesario para evitar que abusos queden impunes.


Al referirse al caso de Tlatlaya, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió que México realice una investigación "rápida e independiente" que esclarezca los hechos.

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