A causa de que se negó atención médica a la señora Guadalupe Ramírez Vizcaína, quien falleció después, debido a complicaciones derivadas de la diabetes, tras una investigación en la que se encontraron diversas violaciones a la legislación sanitaria, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de la Secretaría de Salud clausuró totalmente este martes el Hospital Materno Infantil privado “Dolores Sanz” del Distrito Federal,
En el hospital, que se ubica en la calle de Estrella No. 22, Colonia Guerrero, Delegación Cuauhtémoc, los verificadores detectaron al menos 18 irregularidades en su operación, por lo que procedieron a la colocación de sellos de suspensión de los servicios médicos, en todas las áreas para evitar el ingreso de nuevos pacientes.
A través de un comunicado la dependencia informó que entre las irregularidades se encuentran: No cuenta con licencia sanitaria, ya que la exhibida corresponde a otra persona moral, no cuenta con avisos de responsables sanitarios tanto del hospital, servicio de transfusión, laboratorio de análisis clínicos y de farmacia, no hay convenio de prestación de servicio de ambulancias, los manuales de procedimientos de atención médica no se encuentran actualizados, no cuentan con manual de procedimientos para servicios de transfusión, urgencias, prevención de infecciones nosocomiales, no hay reporte de enfermedades infectocontagiosas y se encontró medicamento con fecha de caducidad vencida.
Además en urgencias y hospitalización no existe toma de gases medicinales empotrados a la pared (tomas fijas), no cuentan con cortinas antibacteriales en servicio de urgencias ni con área de curaciones y no funciona el desfibrilador en urgencias y la fecha de último mantenimiento preventivo fue en el año 2009.
La Cofepris señaló que el servicio de hemodiálisis es subrogado y en el se lleva acabo la visita de verificación, cabe mencionar que la muerte de la mujer que desembocó en la clausura del hospital se dio después de que le fue negado un servicio de hemodiálisis, el cual fue cobrado y pagado por los familiares, pero los médicos al notar el grave estado de Ramírez Vizcaína se consideraron incapaces de estabilizar su estado de salud y pidieron llevarla a otro hospital.
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