A una semana del choque de trenes en la estación Oceanía de
la Línea 5 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, los operadores
Fernando Rosales y Rodrigo Pascual Martín dijeron no sentirse "muy
seguros" en los trenes pues desconocen el estado de los convoyes que
prestan servicio.
En entrevista, Fernando Rosales señaló que no se sienten
"muy seguros porque el mantenimiento al 100 por ciento no se ha logrado
dar"; mientras que Pascual Martín refirió que, como operadores, les
entregan los trenes para trabajarlos, pero desconocen si las condiciones del
tren están al 100 por ciento.
Cabe señalar que el tren 05, el que impactó por detrás al
número 04, es de los que se han ido recuperando para reintegrarlos al servicio.
Al preguntarles la fecha de regresar a trabajar, señalaron
que hasta el momento lo desconocen, pues es algo que depende del médico que los
está valorando.
Manuel Feregrino, señaló que mañana se dará a conocer el
reporte del Comité de Incidentes Relevantes del Metro.
Al narrar lo sucedido el pasado 4 de mayo, Rodrigo Pascual
señaló que alrededor de las 18:10 conducía en modo manual el tren 04 con
motrices 12075 y al salir de la estación Oceanía unos 80 metros después vio una
lámina que voló el aire y cayó en la vía. Al avisar al Puesto Central de Control
(PCC) y no recibió respuesta.
Martín señaló el hecho de que, por protocolo, "hay que
detener el tren para evitar daños".
Al respecto, precisó que desde un día antes (3 de mayo)
estaba reportado en la estación Pantitlán la falla de la comunicación con el
Puesto Central de Control. "Por eso es que creo que no me contestó el
regulador al solicitar el corte de corriente".
Posteriormente percibió el impacto y una explosión.
"Perdí el equilibrio, me recargué en la pared trasera de la cabina". Después
se trasladó hacia la parte de atrás del tren por las puertas de
intercomunicación y al llegar a la estación "me di cuenta que personal de
sistema ya estaba desalojando los carros del tren.
Al ser llevados a Pantitlán, se les practicaron dos pruebas
del alcoholímetro; ambos dieron como resultado cero.
Por su parte, Fernando Rosales señaló que no tuvo
comunicación "desde que yo salí de la estación Pantitlán, solicitando mis
indicaciones de línea no se me dio. Entonces, tengo que salir yo, como marca,
en el pilotaje automático (PA)".
Ya en Terminal Aérea, "en mi cofre de marchas, si no
tengo indicación en tipo normal, que debería haber sido ese día tipo
lluvia". Insistiendo que si no le marca alguna indicación fuera de lo
normal, continuó en pilotaje automático.
"Al salir del túnel hacia lo que es la loma, la
techumbre, ahí es donde me percato de la fuerte lluvia acompañada del granizo;
una cortina que no permitía la visibilidad". Al intentar activar el limpiaparabrisas,
éste no funcionó.
Señaló que no detuvo el tren antes, porque la pendiente es
muy elevada y corría el riesgo de que el tren se regresara. "Entonces, por
seguridad, lo termino de subir a la loma, a donde está techado para poderlo
detener y cambiar el pilotaje a conducción manual, por seguridad, para poder
tener yo control del tren".
Señaló que por el peso del tren y el de los usuarios el tren
se comenzó a deslizar, señalando que el techo en esa parte de la vía está roto,
lo que provocó que cayera una cascada en la barra guía D y la pista de
rodamiento D, "eso provoca que el mismo tren se deslice, se patine, pero
con mayor fuerza".
"Esa cortina de cascada, acompañada del agua y la
granizada que caía en ese momento, pues al tren le sirve como mantequilla para
que se deslice", insistió Fernando Rosales". Añadió que, "me
encuentro la señalización permisiva (luz verde) porque mi compañero ya había
avanzado".
Al salir del techad, ya cerca de la estación Oceanía, vuelve
a encontrarse con la fuerte lluvia. Una vez dentro de la estación y ver la luz
en rojo, "es cuando pido mi primer corte de corriente", el cual no se
dio.
Señaló que aunque, por la velocidad y el peso del tren, el
choque no se hubiera evitado, "pero el protocolo es solicitar el corte de
corriente".
Rosales refirió que solicitó hasta cuatro veces el corte de
corriente. "No logro frenar el tren por completo, por nada. Tomo mi
conmutador C y lo muevo; esa es otra de las formas de frenar el tren, pero el
tren ya venía completamente patinándose".
"Hasta último momento yo intenté frenarlo por los
medios más posibles y, al ver que no se lograba frenar el tren". Al ver
que estaba a una distancia de 5 metros, "ahí es cuando decido salvaguardar
mi vida y me aviento", cayendo dentro en el andén de la estación Oceanía.
Los operadores del Tren hicieron un llamado a las
autoridades para poner más atención en temas como el mantenimiento de los
trenes, la comunicación y otros sistemas que forman parte del Sistema de
Transporte Colectivo.
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