
La decisión de la jueza implica que el padre podrá seguir
viendo a la menor y conviviendo con ella, a pesar del abuso.
De acuerdo con la versión de la madre de la niña, todo
inició en 2013 cuando se separó de César. “Yo me mudé a la Ciudad de México y
él se la llevaba cada dos semanas a su casa en Nezahualcóyotl, fue entonces
cuando la niña comenzó con problemas de estreñimiento y a sangrar, por lo que
la llevé al doctor”, relató.
Los problemas persistieron con el paso del tiempo y en 2015,
a sus cuatro años, comenzó a ser atendida por especialistas del Instituto
Nacional de Pediatría. Éstos al realizar más de 20 estudios determinaron que
había abuso sexual.
“Ellos encontraron signos de agresión sexual, por lo que el
17 de noviembre de 2015 la mandaron al área de salud mental para que fuera
valorada”, explica su madre.
Semanas después las pruebas psicológicas demostraron que la
niña sufría de abusos sexuales constantes. “En las entrevistas mi hija señala
como responsable a Alan, quien le decía cada vez que se la llevaba a su casa
que jugarían con Kitty, con la intención de abusar de ella”, aseguró.
El INP canalizó en diciembre de 2015 a la pequeña y a su
madre al Centro de Apoyo a la Violencia Intrafamiliar (CAVI), de la entonces
PGJDF, donde la pequeña ratificó los hechos y volvió a señalar al padre como el
responsable. “Los resultados médicos arrojaron que el abuso tenía más de un
año”, indicó.
En 2016 inició el proceso en contra de César Alan Cabrera
por el presunto delito de abuso sexual en contra de su hija. El caso fue
remitido al Estado de México bajo el argumento de que ahí se había cometido el
delito.
“Solicité que le retiraran la patria protestad de la niña y
lo conseguí, además lo acusé de violencia intrafamiliar pues durante el tiempo
que estuvimos juntos él me golpeó”, aseguró la madre.
Sin embargo, entre marzo de 2016 y agosto de 2017 la Juez
Segundo Familiar de Nezahualcóyotl, Blanca Colmenares Sánchez, tomó el caso
y desde entonces “ha tratado de
desacreditar las pruebas en su contra y quiso revictimizar a mi hija. Incluso
solicitó un nuevo peritaje y al ver que la niña dijo lo mismo y acusó a su
padre, argumentó que era inducida por nosotros para dar esa versión”.
Tras asegurar que el padre de la niña era beneficiado por la
jueza, la familia de la menor interpuso una denuncia en 2017 ante la
Procuraduría General de la República, instancia que al investigar el caso giró
una orden de aprehensión en contra de Cabrera, misma que no ha sido ejecutada.
En la última audiencia, realizada el pasado 15 de febrero,
la jueza declaró a Cabrera inocente, además de dictaminar que la niña no fue
violada y regresarle al presunto responsable la patria protestad de la pequeña.
También recomendó que la niña sea enviada al DIF de Nezahualcóyotl cada quince
días con el fin de que reciba ayuda psicológica y “borre la mala imagen que
tiene ahora de su padre”.
La familia de la menor tratará el próximo viernes 2 marzo de
revertir tal decisión y hacer valer la orden de aprehensión emitida por la PGR.
“El caso ha estado lleno de irregularidades, incluso la
carpeta se encuentra en el área de secuestros y cateos, la cual no le
corresponde, y César Alan ha sido representado por más de dos años por su
padre. Es decir, él no se presenta en las audiencias desde hace dos años”,
explicó la madre de la niña.
Pidió compartir este vídeo para que las autoridades y la
ciudadanía este enterada de este gran error que se cometió en el gobierno de
Alfredo del Mazo Maza.
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