Opinión: El presidente niega lo dicho por Antony Blinken sobre los carteles de droga en México pero las víctimas lo confirman

Por. Raymundo Medellín.

 En los Estados Unidos quienes gobiernan saben lo que dicen, porque fundamentan su decir en minuciosas investigaciones y estudios en los que participan especialistas en los temas; hace unos días Antony Blinken, secretario de Estado del gobierno norteamericano, dijo que los cárteles de la droga controlan parte del territorio nacional mexicano.

Ante esta declaración, saben los jefes de los carteles que los norteamericanos nunca se quedan con los brazos cruzados, ante la agresión a sus connacionales.
Me viene a la mente el secuestro y asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena, Kike Camarena, a quien en 1985 torturaron y asesinaron delincuentes bajo las órdenes de Rafael Caro Quintero, el gobierno norteamericano hizo lo que tenía que hacer y consiguió su objetivo; en la actualidad y más recientemente, el secuestro de cuatro ciudadanos norteamericanos, dos de ellos asesinados, en Matamoros, en el estado de Tamaulipas, muestran el poder de los cárteles; en este caso, el Cártel del Golfo entregó a los presuntos secuestradores, poniendo en evidencia la supuesta investigación que realizaban las autoridades mexicanas.

Otro caso en el que los cárteles muestran su poder es el sucedido en la sierra tarahumara, sobre el asesinato de dos sacerdotes jesuitas, un guía de turistas y un beisbolista, supuestamente el gobierno investigaba cuando José Noriel Portillo Gil, “el Chueco”, a quien se le señalaba como el causante de los asesinatos, aparece su cadáver; algún vecino informó a la policía que el cadáver llevaba ya 24 horas abandonado sobre un camino, entre las aldeas de El Chinal y Picachos, en lo alto de la sierra de Choix. Tenía indicios de llevar muerto ya un tiempo; el Chueco no era un delincuente improvisado, en la zona tarahumara desde hace aproximadamente 10 años, él ponía y disponía de las posiciones políticas, sin embargo el asesinato que cometió, lo llevó a su trágico final, el narco sabe los riesgos que implican este tipo de errores.

Y bueno, aunque el presidente niega lo dicho por Antony Blinken, diciendo que es falso eso de que el narco esté dominando ciertas áreas del territorio mexicano, los hechos abonan las declaraciones de Blinken.

Quienes viven en los estados de Michoacán, Guanajuato, precisamente en Celaya, Guerrero, en la Tarahumara  y otros muchos estados, donde los grandes empresarios y los pequeños comerciantes, padecen el cobro de “derecho de piso”, los secuestros y asesinatos, seguramente saben de qué habla el secretario de Estado, pero bueno aquí se dice que esas declaraciones son falsas.