La cotización del dólar en el
mercado paralelo siguió levantando temperatura ayer: aumentó 30 centavos por
segundo día consecutivo, para cerrar a un promedio de $ 13,65 para la venta y
consolidarse en niveles que no mostraba desde hacía cinco meses.
Así, amplió al 50% su
distancia con la cotización oficial (estable en $ 9,08), pese a que la jornada
había arrancado con una dura advertencia oficial ("los que manejan dólar
ilegal se van a comer [sic] allanamientos", amenazó temprano el jefe de
Gabinete, Aníbal Fernández), en un intento por aplacar la tendencia alcista, e
incluyó una intensificación de los controles.
Tal vez ese fracaso fue el que
llevó, avanzada la tarde, al ministro de Economía, Axel Kicillof, a denunciar
en el canal oficialista de cable CN23 (que controla el empresario kirchnerista
Sergio Szpolski) una "conspiración" de mercado destinada a
"generar miedo en la gente".
"El presente clima de
estabilidad económica les molesta a algunos, que empiezan a operar y a agitar
cuestiones como el dólar", insistió, antes de "garantizar" el
pago del Boden 15 (ver aparte), el bono en dólares que vence a mediados de
octubre y cuyo pago demandará un tercio de las reservas netas que posee el
Banco Central (BCRA).
La semana pasada, el
gobernador Daniel Scioli había anunciado un acuerdo con la presidenta Cristina
Kirchner para que el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, lo acompañe
en la fórmula presidencial.
Precisamente ese anuncio fue
el que marcó el final de la "siesta cambiaria" y el inicio de una
nueva ola dolarizadora, que se inició con un marcado repunte en la demanda de
bonos y acciones que, al comprarse localmente en pesos y liquidarse en divisas
en el exterior, permiten cambiar monedas.
Dichas transacciones fueron
las que, la semana pasada, provocaron una suba del 6% en los tipos de cambio
que surgen de esta clase de arbitrajes, impulsando al alza el precio del dólar
billete, que desde hace meses se hallaba anestesiado. Pero lo que comenzó como
un simple traslado tomó luego vuelo propio, dado que, al intensificar los
controles sobre la plaza, el Gobierno provocó una retracción de la oferta de
billetes en el segmento informal, que al combinarse con un incremento de la
demanda no hizo más que acelerar la carrera alcista del dólar paralelo.
Esta sucesión de hechos fue lo
que llevó a los analistas a hablar del "efecto Zannini". "Lo que
estamos viendo es por el cambio de expectativas. Cuando escuchás que plantean
continuidad, los que apostaron al desarme del cepo comienzan a tomar una
previsión o un seguro", sostuvo ayer el economista Dante Sica, al
describir qué causó esta reacción entre los inversores.
Los intentos por dolarizar
posiciones y obtener cobertura cambiaria no se limitan al mercado cambiario
ilegal. Ayer, por caso, en el mercado local se registró un récord de
operaciones precisamente con el Boden 15: las operaciones sumaron $ 693
millones, tal vez porque, por esa vía, se pueden comprar legalmente dólares (a
recibir en menos de cuatro meses) a un precio de $ 12,21, que resulta 10,5%
inferior al que algunos pagaron ayer por el denominado blue. Y la demanda de
dólar ahorro creció 17% respecto de la jornada previa.
El nerviosismo que la
situación provoca llevó al presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, a pedirles
"tranquilidad" a los argentinos. "Tomaremos todas las medidas
necesarias para preservar la estabilidad sin sacrificar crecimiento", proclamó
anoche desde su cuenta de Twitter.
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