
Fabila, adscrito a la Basílica de Guadalupe, habría estado
secuestrado poco más de dos de semanas, pero su familia decidió no hacerlo
público y mantener al margen a la Iglesia en la negociación. El cadáver fue
hallado el pasado 22 de abril en el municipio de Emiliano Zapata. La Fiscalía
de Morelos, sin embargo, ha publicado a primera hora del pasado jueves un
comunicado en el que señala que no cuenta con ninguna denuncia por algún delito
que involucre al sacerdote. El rapto tampoco fue denunciado ante la Fiscalía
Antisecuestro de la Procuraduría de Ciudad de México ni ante la Procuraduría
General de la República, han dicho fuentes policiales.
Otro de los puntos grises es que los resultados de la
necropsia establecen que la causa de muerte fue un infarto y se han tomado
muestras para realizar otras pruebas periciales. No se ha detallado quién está
detrás del supuesto secuestro ni si hay detenidos por la muerte del cura de 84
años.
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